El clima de irritación constante y masiva en las redes sociales ha generado un nuevo tipo de censura que aplica sus prohibiciones de manera orgánica, imprevisible y caótica. Los usuarios participamos de todas las polémicas empujados por la sed del reconocimiento, mareados por la sobreinformación y confundidos por el relativismo de la verdad, mientas que determinadas voces desaparecen por miedo a la humillación. En este contexto, lo más fácil es la autocensura, pero esto tiene un peligro: nos estamos quedando sin libertad de expresión.
Solo me hace falta ver el circo montado entre el feminismo trans y no trans. Unas diciendo a otras que no son feministas y las otras respondiendo lo mismo, y bloqueando y denunciando sus cuentas por qué no siguen sus dogmas.
También mucha gente que va de defensora de la libertad de expresión, son las personas más totalitaristas que hay. Es como lo del villano de película o de serie, tipo Lex Luthor, que de verdad se piensa que está defendiendo el mundo.
Yo también escribo lo que estimo oportuno, aunque no entiendo muy bien los criterios que siguen los que votan negativo. Si no te gusta la noticia simplemente poner algún concepto y te penalizan el karma.
Comentarios
Solo me hace falta ver el circo montado entre el feminismo trans y no trans. Unas diciendo a otras que no son feministas y las otras respondiendo lo mismo, y bloqueando y denunciando sus cuentas por qué no siguen sus dogmas.
También mucha gente que va de defensora de la libertad de expresión, son las personas más totalitaristas que hay. Es como lo del villano de película o de serie, tipo Lex Luthor, que de verdad se piensa que está defendiendo el mundo.
Saludos.
Yo en Menéame, por ahora, todavía digo lo que me da la gana.
Yo también escribo lo que estimo oportuno, aunque no entiendo muy bien los criterios que siguen los que votan negativo. Si no te gusta la noticia simplemente poner algún concepto y te penalizan el karma.