Hace 8 años | Por Christian_David... a ejercitos.org
Publicado hace 8 años por Christian_David_Villanue a ejercitos.org

En la última década, España ha venido realizando un monumental esfuerzo económico y técnico por dotarse de un submarino de ataque de propulsión AIP (Propulsión Independiente de Aire) que, sobre el papel, debía haber superado a cualquiera de sus competidores. El programa para dotarse de los submarinos Clase S-80 ha padecido problemas de toda índole, hasta llegar prácticamente a cancelarse. Esta es la primera parte de esta apasionante historia que aun no sabemos cómo terminará.

Comentarios

Unregistered

#0 Spamcillo/autobombo de Christian D. Villanueva López
https://meneame.wikispaces.com/Comenzando

Robus

#6 echar no es malgastar a manos llenas.

D

... aun no sabemos cómo terminará.

Yo si lo sé. Terminaremos pagando entre todos los españoles los desaguisados de una empresa pública o dos.

Es cierto que el nuevo diseño se aprobó a sabiendas de que ni los medios humanos ni técnicos de que se disponía en el momento de la firma eran los adecuados.

- Y ¿qué podría salir mal?
- ¡Que no flote!

D

#2 Me parece muy demagógico criticar un submarino de nueva generación como si hablaramos de renovar la flota de coches patrulla.

Esto es I+D de la mejor clase y emplea a multitud de ingenieros que luego aplican sus conocimientos en cualquier otro subsistema electrónico, de navegación, etc

Es normal que tenga sobrecotes.

Robus

#3 Me parece muy demagógico criticar un submarino de nueva generación solamente porque no puede volver a flote... roll

sotillo

#4 Yo no creo que este sea un gran problema,bastaría con hacerlo un poco más grande y ya tienes más flotabilidad ,seguro que son otros problemas o intereses

D

#4 Bueno, muchos desarrollos de software son mucho peores.

¿Tu no has oido eso de que a un negocio al principio hay que echarle billetes?

C

#3 Es completamente normal que tenga sobrecostes. Aquí todos critican, pero solo hay que ver a Francia con los Barracuda o el portaaviones Charles de Gaulle, al Reino Unido con el Queen Elizabeth, a Rusia con los Yasen... La lista es interminable porque un submarino, un portaaviones, un satélite o un avión de combate son proyectos que no se hacen "state of the art" sino un paso más allá. De la tecnología desarrollada -y que por tanto, no existía- para estos submarinos, lo crea la gente o no, nos vamos a beneficiar todos. El asunto no es tener sobrecostes, sino dar continuidad a los proyectos y que lo que se ha gastado de más se recupere pasado el tiempo en lugar de dejar morirse las instalaciones como hemos hecho en España otras veces. Por ejemplo, así a botepronto, con la capacidad de fabricar cascos de grandes dimensiones de fibra de vidrio para la guerra de minas, que no se ha vuelto a utilizar tras las seis unidades de la Clase Segura o con la capacidad de desarrollar Hovercrafts que terminó tirada por el retrete después de presentar una serie de proyectos fabulosos.