Hemos aprendido mucho de la polémica que ha generado nuestro artículo sobre el Decreto Dignidad. Lo primero, la tiranía de lo políticamente correcto una coincidencia amplia y consistente entre la extrema izquierda y los apóstoles del neoliberalismo. Los dos dicen lo mismo, descalifican y definen al actual gobierno italiano en términos similares. Lo segundo observado: la banalización del fascismo. Verdad es que de noche todos los gatos son pardos, pero no es de noche sino de día y el que no vea la realidad es porque está ciego o no quiere verla.
Comentarios
El 28 de mayo de 2018 se produjo un acontecimiento insólito. La Lega y el Movimiento 5 Estrellas (M5E) propusieron a Mattarella, presidente de la República de Italia, el nombramiento como ministro de Economía de Paolo Savona, un economista euroescéptico de 81 años. Sin embargo, obedeciendo órdenes de Bruselas, Mattarella se negó a firmar el nombramiento, provocando una grave crisis institucional. Todavía no habían pasado dos días cuando el comisario europeo de Presupuestos, el alemán Günther Oettinger, pidió a los mercados que enviasen una señal “para no permitir que los populistas de izquierdas y derechas tengan responsabilidades de gobierno”. Oettinger trataba de desestabilizar al gobierno italiano desencadenando un pánico bursátil y una escalada de la prima de riesgo, lo que efectivamente logró en las semanas siguientes: desde entonces, Italia ha estado en el punto de mira de los mercados, que han desplegado un ataque especulativo orientado a derrocar al gobierno. Es seguro que el pueblo italiano captó perfectamente el mensaje: la UE no sólo es contraria a la justicia social y a cualquier política económica sensata; la UE es enemiga de la democracia.
Y los Italianos lo saben bien, la UE les impuso un gobierno tecnocrata, un gobierno que jamas pasó por las urnas y se dedicó en cuerpo y alma a lo que siempre hacen los gobiernos europeistas, reformas antiobreras, socavar la clase media, recortes al estado social, y regalos a los ricos.
Todo el que no defienda la inmigración es fascista, la nueva izquierda caviar no deja de hacer amigos.
#5 No , no tiene porque ser fascista es conservador y racista, en Carabanchel el caviar no abunda, por cierto.
#6 En Carabanchel tal vez no, pero ten por seguro que tus líderes ideológicos actuales saben muy bien lo que es el caviar.
#7 Mis líderes?, yo no tengo líderes.
Ahora Anguita va a ser faxa... Cosas veredes Sancho...
Edito
No es el primer movimiento del populismo de izquierda hacia el populismo de derechas. En Alemania han creado desde Die Linke el movimiento "En pie" que comparte algunos valores proteccionistas antiinmigración con las derechas populistas. Algo de eso acabará habiendo también aquí algún día
¿se puede llamar fachista-nanci-xilófono a Anguita ya?
En Chile de noche todos los gatos son negros, no pardos. Y tiene más sentido.