Hace 9 años | Por bonobo a publico.es
Publicado hace 9 años por bonobo a publico.es

En el ocaso de su vida en una prisión francesa, el criminal de guerra nazi Klaus Barbie afirmaba que su conciencia estaba tranquila, extrañaba visitar las tumbas en Bolivia de su esposa e hijo y se consideraba un "pobre diablo". La intimidad de Barbie en ese momento queda expuesta hoy en las cartas enviadas a su mejor amigo en Bolivia, Álvaro de Castro, entre 1983 y 1991, citadas en el libro Klaus Barbie. Un Novio de la Muerte, publicado estos días en La Paz.

Comentarios

D

Otro al que le dio por autocompadecerse, cuando en el momento que tenía el poder no tuvo compasión en ningún caso.

Josu_S

#3 lo peor de todo es eso,si tuviera conciencia le quitaria el sueño por sus actos,pero de un nazi hijo de puta que vas a esperar.

lentulo_spinther

Joder qué nombre para un nazi!!!!

D

#2 ¿no has visto "Ratas a la carrera"? En ella una familia con niños se confunde y va a un museo de revisionistas dedicado a este personaje confundidos por el nombre.

kalimochero

Le van a dar en todo lo gordo por el copirrín de Julio Iglesias.