Mauro Morandi, a sus 79 años, inspira el sueño que muchos tenemos, y demuestra que es completamente realizable (y deseable). Dejar las aparentes comodidades de la vida contemporánea para vivir en la naturaleza es un acto tan poético caso como viable. Porque quienes han decidido construir su vida lejos del bullicio de las ciudades, están realizando realmente sus vidas, lejos de los espejismos tan populares. Saben que experimentar y vivir la naturaleza es mejor que cualquier best seller o técnica de autoayuda.
Comentarios
¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruïdo,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido.!
#2 Muy bueno
#3 Es una poesía de Fray Luis de León , me la aprendí en el colegio y es algo que siempre que iba a España recordaba, porque mira que es difícil estar en una casa sin ruido
#2 Excelente
"Y deseable"
Bueno, si todos los humanos se desparramaran por el medio rural la naturaleza sufriría más presión.
Tengo entendido que es más ecológico concentrar humanos en ciudades medianas que miles y miles de aldeas.
#1 Sí. Pero es deseable vivir menos anclados a productos y modernidades... eso sí, le falta la dimensión social
#4 Hombre, si los "productos y modernidades" son los medicamentos, la cirugía, las energías limpias, etc, pues no, no es deseable. La cuestión es saber distinguir qué es esencial y qué es superfluo y enfocar los esfuerzos.
#9 De acuerdo
#1 Deseable a nivel personal. Esto es, que muchos lo deseamos. Pero nadie desea que lo haga todo el mundo.
No se si hay una ley para proteger esto, los jipis son endémicos.
#8 o pateristas, aunque la isla está muy a desmano.
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Budelli
Este hombre vive una vida envidiable en una isla completamente desierta en Italia
No.
Un moderno Thoreau.
"...Completamente realizable."
No para el ciudadano de a pie. Que intente instalarse en cualquier isla o islote de las rías gallegas y tarda horas el Seprona o la guardia civil en sacarte esposado. Y como lo intentes por lo legal preparate para décadas de litigios infructuosos. Y es normal porque lamentablemente al ciudadano medio no se le supone la autosuficiencia ni la conciencia ecológica si no todo lo contrario.
que no mire, pero hay un gato y un tio con rastas en su isla desierta