El 18 de agosto de 1792 una brutal explosión hizo temblar la ciudad italiana de Brescia, lanzando cascotes de piedra a un kilómetro de distancia del foco, destruyendo los edificios de los alrededores, rompiendo en pedazos los cristales de las ventanas de toda la urbe y matando a unas cuatrocientas personas, además de herir a casi un millar más. Según cuentan, el incidente arrasó una sexta parte de aquella localidad y fue causado por un rayo que cayó sobre el Baluarte de San Nazario, provocando un incendio que se extendió al polvorín.
Comentarios
Ni estos se fian de dios.
De pequeño escuchaba una canción sobre el tema de un compositor-humorista llamado Virulo:
Que sentido del humor más cabrón tienen los dioses no?