El 5 de noviembre se cumplieron 84 años del acceso de una mujer al Gobierno de España como ministra, cargo que hasta ese momento siempre ocuparon hombres. Ese día la anarcosindicalista Federica Montseny se convirtió en la primera mujer española puesta al frente de un ministerio, Sanidad y Asistencia Social, cartera que asumió por poco tiempo, apenas seis meses, hasta el 17 de marzo de 1937, en plena Guerra Civil y decadencia de la II República, aunque significó un discreto avance en la lucha por los derechos de la mujer, que luego sufrieron un
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Sólo la prensa española de esta época de izquierdas analfabetas podría resumir la tragedia de la II República en los avances del feminismo.
Para que se vea lo poco que conocen su historia, no he visto durante estos años (excepto en Canarias, su tierra natal, dónde tiene un par de calles) ni homenajes, ni peticiones de ellos, para el hombre que más hizo por resistir al fascismo: Juan Negrín. Uno de los hombres más difamados por el franquismo y el anticomunismo, y que la izquierda actual pasa de conocer
Sin su labor, primero como Ministro de Hacienda, luego como Jefe de Gobierno y Ministro de Defensa (hablo de memoria) Franco hubiese triunfado ya en 1937.
Negrín y la ayuda de la URSS (pagada con el oro que Negrín supo poner a salvo en la propia URSS) consiguieron el milagro de que la República resistiese casi hasta el inicio de la II Guerra Mundial.
Y las izquierdas poniendo calles al inútil bocachancla de Largo Caballero, al derrotista rencoroso de Prieto, y felicitándose porque se nombró una ministro (que tiene todos mis respetos, ojo)
#1 Ahora va resulta que lo del oro fue un heroicismo de Negrín y tenemos que agradecérselo. Y también tenemos que agradecerle que en lugar de aceptar la derrota cuando ya era irreversible, y así evitar más sufrimiento, se empeñara, contra el criterio de muchos "derrotistas" que no querían seguir mandando chavales al frente para nada, en alargar inútilmente la guerra para intentar entroncar con la segunda guerra mundial. Si estos son los grandes líderes que hemos de envidiar...
#5 Que al final iban a ser derrotados y que la lucha era inútil no se sabía. Del mismo modo que si la guerra hubiera durado 6 meses más hubiera entroncado con la 2GM y la historia hubiera sido muy diferente. Lo que está claro es que, en ese momento y en su posición, su deber como el de todo gobierno era defender la legalidad vigente frente a unos golpistas apoyados por países fascistas que a la postre fueron derrotados. Al final la Historia coloca a cada uno en su sitio.
La pasionaria, que no se llevaba muy bien con ella, se refirió con sorna alguna vez a ese absurdo de ser anarquista y ministra del gobierno al mismo tiempo.
#4 En un análisis ulterior, ella misma explica el hecho histórico como una encrucijada personal y familiar:
"Hija de una familia adherida al anarquismo desde muchos años, descendiente de una dinastía enemiga del autoritarismo (…), mi entrada en el Gobierno no tenía por fuerza que significar algo más que un simple nombramiento de ministro. Para nosotros, que siempre habíamos batallado contra el Estado; que siempre sostuvimos que el Estado no podía llenar ningún objetivo; que las palabras Gobierno y Autoridad significan la negación de toda posibilidad de libertad para el individuo y los pueblos, nuestra incorporación en calidad de organización y como individuos, a un programa de Gobierno, sólo podía significar un acto de osadía histórica de fundamental importancia o una corrección teórica, a la vez que táctica, de toda una estructura y de un largo capítulo de la historia (…). Fue algo que me obligó a realizar un enorme esfuerzo y me costó muchas lágrimas. y yo acepté. Acepté venciéndome a mí misma… Fue de ese modo como entré a formar parte del Gobierno y me trasladé a Madrid…"
CC #6
Pobre Abascal.
El autor es miembro del Comité Federal del PSOE, es muy de valorar que publique ese artículo y sienta respeto y consideración por una figura como la de Federica Montseny: https://www.eldia.es/opinion/2020/11/29/federica-montseny-primera-ministra-espana-25715681.html
La élite del anarquismo y sus contradicciónes.