Esa mano, sin el dedo meñique que se había quedado el religioso que la amputó, fue a parar a las de Franco en febrero de 1937, en plena Guerra Civil Española. Había estado en Ronda hasta entonces y desde 1910, cuando la habían enviado allí desde Lisboa. Durante el resto de la vida del dictador, la mano incorrupta de la santa le acompañó allá a donde iba. La mayor parte del tiempo estuvo en su dormitorio, en un pequeño altar hecho ex profeso para ello y que estaba en su mesita de noche.
Comentarios
Sería pa rascarse la espalda... ¡mano de santo!
#2 ¿Para pajearse la espalda?, ..., no lo entiendo
Duplicada: El "amuleto" de Franco: la mano de Santa Teresa
El "amuleto" de Franco: la mano de Santa...
curiososincompletos.wordpress.comNunca me he explicado la necrofilia de los cristofascistas..que pasión por la carne muerta
#4 Bueno, los comunistas tienen a la momia de Lenin. En todos lados cuecen habas
Franquéame