“Que hablen de uno, aunque sea mal”, debió pensar Leonardo da Vinci cuando pintó el cuadro La Gioconda (Mona Lisa), y lo ha conseguido porque llevamos cinco siglos a vueltas con todos los misterios que rodean el retrato más famoso de la historia de la pintura. Profesionales de varias disciplinas han investigado la técnica empleada, la modelo, el paisaje de fondo, sus manos, su sonrisa, su robo… Leonardo supo cubrir su obra bajo la sombra del misterio.
Comentarios
llevamos cinco siglos a vueltas con todos los misterios que rodean el retrato
Esto es directamente falso. Los "misterios" sobre la Gioconda son cosas que no empiezan a aparecer hasta finales del XIX y comienzos del XX. Antes de esa fecha simplemente se consideraba al cuadro como una obra maestra del retrato. No voy a dejar pasar la ocasión de citar a Salomon Reinach, profesor de la Escuela del Louvre, en su estupenda obra titulada Apolo:
De las pinturas que subsisten de este maestro, cuatro pueden ser consideradas como verdaderas obras maestras de primer orden, de las cuales tres pertenecen al Louvre: la Cena, pintada por Leonardo al óleo sobre el muro del refectorio de Santa María de las Gracias en Milán (1497), obra casi enteramente destruida, pero de la que se conocen unas veinte copias excelentes; la Virgen de las rocas, pintada hacia 1483; la Virgen con Santa Ana, de 1502; y por último el célebre retrato de Monna Lisa Gioconda, la Joconda, ejecutada de 1502 a 1506.
[...]
Sólo en nuestros días se ha querido descubrir en la Joconda un carácter misterioso y romántico, una mirada de esfinge, una ironía desdeñosa y mil otras cosas más en las que Leonardo no soñó al pintar ese retrato.
No voy a dejar pasar la ocasión de recordar que para tener una idea correcta de lo que pintó el maestro Leonardo no hay que mirar la Gioconda del Louvre, sino la copia coetánea conservada en el Museo del Prado. La del Prado fue restaurada en fechas recientes, limpiándosele la capa de barniz negro que se había aplicado en el siglo XVIII.
La Gioconda del Louvre está oscurecida por cinco siglos de barnices podridos, humo de velas, humo de tabaco, de calefactores de gas, y vaya Dios a saber qué más porquería.
Aquí dejo una imagen de la del Prado
La gioconda, era una vecina prostituta que vivía debajo de casa de "Leonardo Da Vinci ", éste le dijo desde la ventana:
- Ente aka pacá, te pago el polvo de una noche, por estar mirándome fijamente mientras te pinto...
+ Venga, subo...