La figura del Cid es la que más representa la españolidad, pero también es la que mejor representa cómo la historia se manipula para conseguir ciertos fines. En este caso, para hacer que los españoles tuvieran un héroe contra los árabes y, en tiempos más recientes, para conseguir tener un icono en el que reflejar el sentimiento de ser español. - Su historia bien puede ser también un ejemplo de cómo se silencia la verdad. Eso también es muy español… Sabemos que el Cid no fue exactamente todo lo que nos dijeron ni nos enseñaron.
Comentarios
Fue un mercenario sin escrúpulos, todo lo demás son pajas mentales 🔥
#3 Hombre de su tiempo.
#3 No exactamente. El Cid era vasallo de don Sancho, rey de Castilla. Al ser asesinado Sancho por orden de su hermano Alfonso, Alfonso se convierte en nuevo rey de Castilla, con lo cual Rodrigo Díaz le debe obediencia a ese nuevo rey. El rey Alfonso tenía como vasallos a varios reinos taifas, con lo cual en virtud de las relaciones feudales, el Cid era libre de servir a esos vasallos de su señor, pues en ningún momento estaría perdiendo su condición de vasallo (en último término) del rey Alfonso.
El momento en que Alfonso destierra al Cid, éste está libre del juramento de vasallaje, con lo cual puede servir a Al Mutamán, rey de Zaragoza, sin estar incurriendo en ninguna violación del sistema feudal. La única circunstancia en que podría haber roto ese acuerdo vasallático con Alfonso es si Al Mutamán declara la guerra a Alfonso, en cuyo caso el Cid estaría haciendo la guerra a su señor natural.
Siendo breve, que el Cid era un hombre de armas producto de su tiempo.
En cuanto a lo que dice el artículo, hay un punto que me gustaría precisar. La espada conservada en Burgos no es posible determinar que perteneciera a Rodrigo Díaz, pero sí que es del siglo XI. La hoja de la espada es del siglo XI, y la empuñadura se le hizo nueva en el siglo XV por orden de Fernando el Católico.
La poshistoria....
#0 El "fi" del lago "nes". Échale un ojo a la entradilla.
#1 Corregido
El Cid, don Pelayo.... son personajes cuyas figuras se inflaron durante el Franquismo como modelo de españolidad heroica. Se estudiaban como si fueran héroes de la Marvel y se distorsionó mucho la verdad histórica.
#5 El Cid y Don Pelayo ya eran mitos consagrados mucho antes del franquismo. Y mitos en lo que se mezcla la realidad y la ficción hay por todo el mundo y de todas las épocas.
izquierdistas ateos de España, ¡autoflagelémonos por nuestros pecados de siglos pasados, nos lo merecemos!
Todas las culturas necesitan heroes y mitos, cuanto mas irreales mejor.