El otro día en Instagram stories hablé sobre un tema que es tabú porque nunca antes había visto a nadie hablar de ello; sin embargo, recibí muchos mensajes dándome las gracias por ponerle nombre a algo que nos pasa a casi todos. Sí, tengo miedo a hacer daño a mis hijos.
En serio, debo ser muy viejo porque esas fobias raras modernas no me dan. De hecho a todo el mundo le puede dar por fantasear en un momento dado con alguna burrada, una de esas ideas locas que pasan por la cabeza que nuestro subconsciente usa en valvula de escape, pero es eso, nada mas, un mecanismo de compensacion normal. Obsesionarse con eso y pedir cita en el psicologo con los cojones por corbata, y fustigarse no tiene ningun sentido.
Si cruzas una calle con la criatura, pues joder, obsesionarte con que se va a escapar de tus manos y tragedia, pues no tiene sentido. Mejor deja de mirar el puto movil y estate a lo que tienes que estar con el carrito, que es lo que yo hago (aparte me he hecho un invento que con dos mosquetones y una brida de nylon de escalada engancho el carrito a mi cinturon).
Pero veo que muchos padres no tienen un hijo, tienen una figura de cristal. Yo creo que viene de esto, no digo que no haya que cuidarles, que para eso estamos, pero cuidarles en exceso de forma obsesiva es igual de malo (o peor) que no hacerlo.
Como somos bipedos, la madre naturaleza ha descontado que hasta que pillemos una destreza decente vamos a darnos hostias como panes, nos vamos a escurrir de las manos de nuestros padres, alguna vez rodaremos por el suelo tratando de coger algo que nos llama la atencion, nos hostiaremos fijo en nuestros primeros paseos, por eso los niños tienen huesos enormemente elasticos y una capa de grasa importante. Lo que decia mi abuela que los niños son de goma.
#3 no se trata de obsesionarte . Yo no sabía cómo se llamaba pero yo padezco eso, lo que pasa es que dejó pasar los pensamientos. No tengo hijos pero los pensamientos van por ejemplo por : voy en bus, fantaseas con qué pasaría si vuelca; vas en ascensor, fantaseas con que se cae; estás en un balcón, fantaseas con que te tiras... Y así todo. Hay que saber manejar los pensamientos y ya está , pero ahí están. A mí me hacen ser precavida. Yo seguro haría lo mismo que tú con los mosquetones por si acaso. Eso es ser práctico.
Mi hijo va pintando por la casa con el bote de ketchup esas letras, REDRUM, no sé que significa pero cualquier día de estos voy a cometer una locura procuro no pasar cerca de la ferretería
Mezcla dos temas diferentes. Por un lado, el miedo a que le pase algo a nuestro churumbel. De caídas y golpes en la cabeza a cosas más serias, cómo atropellos, accidentes de coche, ataques de perros o muerte súbita. Es un miedo muy común al principio, tanto en madres como en padres.
Por otro lado, la bloguera habla del miedo a hacer daño intencionadamente a tu hijo. Entiendo que por no dormir o por perder el control. Esto ya no sé si es tan común. Puede que lo sea y no se hable de ello por tabú.
En cualquier caso son miedos antagónicos, dudo que se den a la vez en la misma persona. Si hay algún psicólogo en la sala, que se pronuncie.
Fobias hay de todos los colores y es difícil entenderlo si no se padece. Son pensamientos realistas pero del todo irracionales, conllevan mucho sufrimiento y son difíciles de desechar. Y el bombardeo mediático cuando ocurre una desgracia, retroalimenta estos miedos.
Cuando tenía unos 10-12 años acompañé a mi madre a ver la hija recién nacida de la vecina. Esa misma noche se murió mientras dormía. La vecina estaba destrozada. Me afectó mucho que un bebé, aparentemente sano, pudiera morir de un momento a otro. Sin avisos ni posibilidad alguna de hacer algo por salvar su vida.
Cuando estaba embarazada pensaba en el tema, no podía evitarlo, y me angustiaba mucho pensar que pudiera pasarnos algo así. Al final, para sentirme mejor, le pedí a la família que nos regalara un colchón que decía reducir el riesgo de muerte súbita. Miedo irracional, solución irracional
A los pocos meses de nacer mi hija, se murió un bebé de muerte súbita en una guardería cercana. Estuve un poco inquieta las siguientes noches. Para mi sorpresa lo pasó peor mi compañero, le afectó mucho.
En fin, para mi todo esto forma parte de "los miedos normales" que uno puedo sufrir a lo largo de la vida. Es algo a superar.
PD: No me siento para nada identificada con la bloguera del envío.
Parece ser que cualquier putaloca que escribe sus chorradas integrales pasa a ser ejemplo de valentía en vez de una perfecta imbécil y además descubre que ¡le pasa a todo el mundo! Pero, oh, es la más fabulosa de a quienes le pasa, por darse cuenta, y quienes no les pasa son en realidad unos raros y malos por no normalizar las mierdas que segrega su mente. Que luche contra sus miserias mentales irrelevantes y, probablemente, inventadas.
Comentarios
Me he leido al articulo.
En serio, debo ser muy viejo porque esas fobias raras modernas no me dan. De hecho a todo el mundo le puede dar por fantasear en un momento dado con alguna burrada, una de esas ideas locas que pasan por la cabeza que nuestro subconsciente usa en valvula de escape, pero es eso, nada mas, un mecanismo de compensacion normal. Obsesionarse con eso y pedir cita en el psicologo con los cojones por corbata, y fustigarse no tiene ningun sentido.
Si cruzas una calle con la criatura, pues joder, obsesionarte con que se va a escapar de tus manos y tragedia, pues no tiene sentido. Mejor deja de mirar el puto movil y estate a lo que tienes que estar con el carrito, que es lo que yo hago (aparte me he hecho un invento que con dos mosquetones y una brida de nylon de escalada engancho el carrito a mi cinturon).
Pero veo que muchos padres no tienen un hijo, tienen una figura de cristal. Yo creo que viene de esto, no digo que no haya que cuidarles, que para eso estamos, pero cuidarles en exceso de forma obsesiva es igual de malo (o peor) que no hacerlo.
Como somos bipedos, la madre naturaleza ha descontado que hasta que pillemos una destreza decente vamos a darnos hostias como panes, nos vamos a escurrir de las manos de nuestros padres, alguna vez rodaremos por el suelo tratando de coger algo que nos llama la atencion, nos hostiaremos fijo en nuestros primeros paseos, por eso los niños tienen huesos enormemente elasticos y una capa de grasa importante. Lo que decia mi abuela que los niños son de goma.
#3 no se trata de obsesionarte . Yo no sabía cómo se llamaba pero yo padezco eso, lo que pasa es que dejó pasar los pensamientos. No tengo hijos pero los pensamientos van por ejemplo por : voy en bus, fantaseas con qué pasaría si vuelca; vas en ascensor, fantaseas con que se cae; estás en un balcón, fantaseas con que te tiras... Y así todo. Hay que saber manejar los pensamientos y ya está , pero ahí están. A mí me hacen ser precavida. Yo seguro haría lo mismo que tú con los mosquetones por si acaso. Eso es ser práctico.
Mi hijo va pintando por la casa con el bote de ketchup esas letras, REDRUM, no sé que significa pero cualquier día de estos voy a cometer una locura procuro no pasar cerca de la ferretería
Yo tenía miedo a hacer daño a mis fans y monaguillos de MnM pero como ya no me hacen ni caso, esa carga que me quito.
Mezcla dos temas diferentes. Por un lado, el miedo a que le pase algo a nuestro churumbel. De caídas y golpes en la cabeza a cosas más serias, cómo atropellos, accidentes de coche, ataques de perros o muerte súbita. Es un miedo muy común al principio, tanto en madres como en padres.
Por otro lado, la bloguera habla del miedo a hacer daño intencionadamente a tu hijo. Entiendo que por no dormir o por perder el control. Esto ya no sé si es tan común. Puede que lo sea y no se hable de ello por tabú.
En cualquier caso son miedos antagónicos, dudo que se den a la vez en la misma persona. Si hay algún psicólogo en la sala, que se pronuncie.
Fobias hay de todos los colores y es difícil entenderlo si no se padece. Son pensamientos realistas pero del todo irracionales, conllevan mucho sufrimiento y son difíciles de desechar. Y el bombardeo mediático cuando ocurre una desgracia, retroalimenta estos miedos.
Cuando tenía unos 10-12 años acompañé a mi madre a ver la hija recién nacida de la vecina. Esa misma noche se murió mientras dormía. La vecina estaba destrozada. Me afectó mucho que un bebé, aparentemente sano, pudiera morir de un momento a otro. Sin avisos ni posibilidad alguna de hacer algo por salvar su vida.
Cuando estaba embarazada pensaba en el tema, no podía evitarlo, y me angustiaba mucho pensar que pudiera pasarnos algo así. Al final, para sentirme mejor, le pedí a la família que nos regalara un colchón que decía reducir el riesgo de muerte súbita. Miedo irracional, solución irracional
A los pocos meses de nacer mi hija, se murió un bebé de muerte súbita en una guardería cercana. Estuve un poco inquieta las siguientes noches. Para mi sorpresa lo pasó peor mi compañero, le afectó mucho.
En fin, para mi todo esto forma parte de "los miedos normales" que uno puedo sufrir a lo largo de la vida. Es algo a superar.
PD: No me siento para nada identificada con la bloguera del envío.
Parece ser que cualquier putaloca que escribe sus chorradas integrales pasa a ser ejemplo de valentía en vez de una perfecta imbécil y además descubre que ¡le pasa a todo el mundo! Pero, oh, es la más fabulosa de a quienes le pasa, por darse cuenta, y quienes no les pasa son en realidad unos raros y malos por no normalizar las mierdas que segrega su mente. Que luche contra sus miserias mentales irrelevantes y, probablemente, inventadas.