Pero de alguna forma la izquierda postmodernista está asumiendo ideas muy discutibles como que el lenguaje puede modificar por si mismo la realidad. Y de tal forma toda una generación de ofendidos ha decidido borrar el machismo, el racismo, el antisemitismo, la homofobia, la xenofobia y hasta el maltrato animal, de los libros y de las películas y de las conversaciones. Porque así el mundo será un lugar mejor y, con el tiempo, de manera un tanto mágica, el que ellos dejen de mencionar o siquiera pensar en esas cosas... hará que dejen de suceder.
Comentarios
Opinión: se está abriendo un abismo entre los que nos alineamos en la "vieja" izquierda y las posiciones de la nueva "izquierda" postmoderna. Sencillamente, no nos reconocemos como compañeros de navío, las bases ideológicas y aspiraciones son completamente diferentes.
#1 Es que esta nueva izquierda no es izquierda. Es derecha de la tradicional, además. La única diferencia entre esta derecha y la antigua es que la antigua estaba basada en heroes salvadores de tu alma a los que debes obedecer sus dogmas para alcanzar la salvación, y la moderna está basada en heroes salvadores de tu moral a los que debes obedecer sus dogmas para alcanzar la salvación.
Pero vivimos en la era de la postverdad. Se le llama izquierda a la derecha, se le llama libertad a la tiranía, y se le llama igualdad a la discriminación. Tienes desde nazis diciendo que los nazis eran socialistas a feministas diciéndole a las mujeres en qué deben trabajar. Y todo esto, no es para ayudar sino para que se sientan superiores.
#5 Además de verdad porque sus posiciones moralistas son idénticas a VOX. Todo lo sexual es nauseabundo, pornográfico, indecente. Dentro de poco le dirán a las jóvenes que ropa se pueden o no pueden poner, para cumplir sus dogmas morales.
Saludos.
#1 Cuando dices la vieja izquierda ¿te refieres a la izquierda de Felipe González o la izquierda de Julio Anguita? Porque entre ellas no tienen nada que ver.
#6 izquierda de Felipe González....menudo oxímoron!
#7 Ahí quería llegar yo
Como siempre en este blog, un excelente artículo.
Parte de una base errónea, la gente no borra las cosas. Son las sacrosantas empresas haciendo uso de su libertad. La pregunta es por qué un porcentaje minúsculo que dice chorradas en Twitter genera tanta influencia en ellas.
Desde mi punto de vista es un error intentar generar un pasado de piruleta, el pasado(y sus productos culturales) siempre hay que ponerlos en contexto y avanzar hacia un futuro mejor. Para mí en vez de poner el grito en el cielo por cosas del pasado debería de ponerse en las cosas que lo perpetúan como La Isla de las tentaciones o las telenovelas turcas tan de moda hoy en día
#2 En 4minutos que hace que lo he subido no puedes leerte el artículo ni entre líneas, como para concluir que "parte de una base errónea". De hecho, bastante rápido has sido leyendo el párrafo que he usado como entradilla y redactando la contestación. En él, entre otras cosas, el autor lamenta del progresivo despego de la sociedad hacia la palabra escrita, y cómo espera que toda la información le llegue en un más cómodo formato audiovidual.
Por lo demás, bastante de acuerdo con lo que dices. Pero haz un esfuerzo y lee el artículo que se propone antes de comentarlo y, aún menos, valorarlo.
#2 No creo que parta de esa base errónea que promulgas. Es más, el artículo va mucho más lejos y hasta critica tu propia crítica, casi como en acto metalingüístico.
La tendencia actual a realizar críticas furibundas a las desigualdades en el ámbito del entretenimiento dejando de lado las desigualdades reales, las cuales no son criticables.
Por lo que la entradilla del artículo con el comentario de Alan Moore es muy acertada. En la actualidad la gente utiliza cada vez más el arte como evasión, no buscando historias complejas, relatos críticos con el presente. No. Se buscan universos entendibles, un tanto complicados para hacerlos interesantes, pero totalmente idealizados, el arte como evasión en lugar de reflexión.
No es malo usar el arte como evasión. El problema es usarlo únicamente así. El problema es que nos negamos a enfrentarnos a la realidad y preferimos pasar nuestro tiempo libre para evadirnos, en mundos cada vez más políticamente correctos, para que nadie se pueda sentir ofendido por tener que reflexionar o ver una crítica.
Por ello las mayores críticas van hacia los productos de entretenimiento, ya sean películas, series o islas de las tentaciones.
CC/: #3
La izquierda postmoderna es todo el mundo que no tiene una foto de stalin en la mesilla de noche.