A fines de 1934, las posturas de ambas partes se encontraban claramente delimitadas. Avery Brundage se oponía a los intentos de boicot, ya que alegaba que la política no tenía lugar en el ámbito deportivo. Luchó para enviar a la delegación estadounidense a las Olimpíadas de 1936 y adujo que: “Las Olimpíadas pertenecen a los atletas y no a los políticos”. Relacionada 9 trabajadores de pueblo para humillar al III Reich en 6 minutos
Comentarios
#0 ¡Andamos viendo el canal DMAX, eh!
El que quiere hacer un boicot,lo hace...
Fueron las Olimpiadas de Hitler y España boicoteó y no participó, la Guerra Civil comenzó el día anterior a la inauguración.
#3 España preparó la Olimpiada Popular de Barcelona. No se inauguró y muchos inscritos, de muchos paises, fueron al frente a defender la República.