Por eso amo “Persépolis“, por eso amo a Marjane Satrapi, y por eso la considero una autora absolutamente necesaria. Su punto de vista no solo es infinitamente rico, repleto de matices a los que puede dar forma gracias a su total ausencia de radicalismo, sino que es vital en un país como el suyo, en Irán, donde los problemas de los que hablaba conllevan repercusiones mucho más serias. Marjane se limita a contar su vida, simplemente. Y sin embargo es todo lo contrario a simple. Feminista, luchadora, guerrillera natural...
Comentarios
Un cómic sin duda excepcional. Debería ser una lectura indispensable en los colegios.
#1 Primero consigamos que el comic se considere literatura y que los colegios la añadan a sus clases. Luego ya recomendaremos lecturas.
#4 ¿Por qué ha de ser literatura, si lo que se busca es valor didáctico? Los puzzles de colores se admiten para educar a los niños, y no se consideran "ingeniería", por esa regla de tres.
Un saludo.
#5 Historia del comic no lo verán tus ojos en un colegio, habría que meterla en Literatura para que colara. Aparte de todo, lo de los puzzles de colores que dices, con todo respeto una tontería.
#6 ¿Quién está hablando aquí de crear asignaturas epecíficas?
El comic es muy interesante pero el artículo, ejem, ejem, ejem....
Somos muy poco racistas, muy poco homófobos, creemos en la palabra libertad y la defendemos con uñas y dientes.
No sé a que generación se refirá, pero lo cierto es que aún siendo menos racistas que la media de la UE, da puto asco leer comentarios que atañen a gitanos, refugiados o inmigrantes de Europa del este...
Los avances en fenimismo de los años 80 y 90 hoy en día se ven superados por este nuevo machismo victimista con el que los hombres de entre 30 y 40 años que sí se concienciaron se hacen de cruces...
Lo de la defensa de la libertad está profundamente manipulado, "libertad" para las empresas y negación de DDHH para los presos, peticiones de ilegalización para partidos politicos no afines, desidia ante las vulneraciones a la libertad de prensa....
En fin, ojalá las generaciones actuales tuvieran la conciencia política de la protagonista de Persépolis, o al menos, fueran camino de adquirirla...
la peli tambien es buena