Hace 9 años | Por --418333-- a marcianosmx.com
Publicado hace 9 años por --418333-- a marcianosmx.com

No porque en la antigüedad no hayan inventado los teléfonos inteligentes eran menos avanzados que nosotros. En realidad, las investigaciones han demostrado que los pueblos antiguos crearon y emplearon tecnologías avanzadas que apenas y hemos llegado a comprender. La humanidad aún guarda muchos misterios.

Comentarios

m

Transportaban el metano a través de una serie de ductos de bambú de largo alcance que llevaban tanto agua salada como gas a grandes distancias, incluso sobre las calles.

Me imagino el susto que se llevarían los osos #panda que decidieran mordisquear el tubo. lol

El artículo está bien, pero hay que destacar una cosa: podría haber más tecnologías avanzadas en la antigüedad, sólo que a veces es difícil constatar su presencia. La pila de Bagdag quizás sea el ejemplo más característico.

tusitala

#2 El artefacto de Anticitera también es un ejemplo de tecnología antigua sorprendente. No se han encontrado más, pero es imposible que fuera único en su especie.

zhensydow

No porque en la antigüedad no hayan inventado los teléfonos inteligentes eran menos avanzados que nosotros.

Si, eran menos avanzados. Porque nosotros tenemos su tecnología, además le sumamos los teléfonos inteligentes. Porque lo de no comprenderlo, no lo comprenderas tú.

Shrike

Es un prejuicio muy extendido el considerar a todas las sociedades anteriores al Renacimiento como atrasadas, concepto que, desde luego, puede dar lugar a equívocos pues, como he podido comprobar en muchas ocasiones, la gente llega a la extraordinaria conclusión que si padecían de ese supuesto atraso era por ser menos inteligentes que "nosotros". Este no deja de ser un prejuicio que deviene de la visión evolucionista del concepto de progreso humano que ha imperado entre las sociedades contemporáneas y que, aún hoy, es el predominante.

De este modo, se da siempre por sentado que lo más reciente siempre debe ser mejor que lo anteriormente existente. Esta premisa tiene un curioso corolario, consistente en interpretar el pasado humano siempre de acuerdo a una perspectiva primitivista. En el caso del estudio determinados períodos históricos de Europa Occidental, tal como sería el de ese batiburrillo cronológico conocido tanto como la Alta Edad Media o como la Antigüedad Tardía, ha tenido consecuencias cuanto menos extrañas, pues se prefiere creer que las sociedades existentes en Europa Occidental entre los siglos VI y X d.C. tenían un estilo casi cavernícola o se emplean estereotipos que se corresponden mejor a sociedades de bandas nómadas antes que, como en el caso altomedieval que menciono, a sociedades cuyas élites socioeconómicas eran cultas, alfabetizadas y consumidoras de productos de lujo convivían con una mayoría de población que no era atrasada si no, simplemente, pobre.

Por otra parte, una consecuencia de esta perspectiva evolucionista es creer que determinadas formas de organización social sólo pueden existir en un determinado nivel tecnológico, o viceversa. De este modo, se idealiza a la Antigüedad y, especialmente, el Imperio Romano como un periodo de prosperidad cuando, más bien, para la inmensa mayoría de la población de Europa Noroccidental los siglos VI y VII d.C. representaron un periodo de relativa libertad, pues tras el colapso del aparato estatal del Imperio Romano de Occidente, simplemente no existió ningún órgano capaz de recolectar de forma efectiva el tributo a la población rural. Esto también sería aplicable para el caso de la mayor parte de habitantes de la Península Ibérica después del 711 y hasta la consolidación de nuevas formas estatales a durante la segunda mitad del siglo VIII d.C. Finalmente, una de las consecuencias de esta corriente de pensamiento evolucionista es interpretar de forma reduccionista y determinista que todo cambio socioeconómico responde sólo a la introducción de innovaciones tecnológicas.

De vez en cuando, resulta interesante constatar estos prejuicios en determinados trabajos académicos o de divulgación histórica. Dejo caer algunos ejemplos que conozco y que en su día comenté

- Medieval Technology and Social Change deLynn Townsend White Jr. (Oxford: Oxford University Press, 1962). Resulta divertido como menosprecia el artefacto de Anticitera.

http://diariodelibros.wordpress.com/2013/02/21/medieval-technology-and-social-change-lynn-white-jr-resena/

- Història Militar de Catalunya. Aproximació didàctica, vol. II: Temps de conquesta de Francesc Xavier Hernàndez Cardona (Barcelona: Rafael Dalmau Editor, 2004). Un caso de divulgación de Historia Militar innovador en España pero que deja mucho que desear.

http://diariodelibros.wordpress.com/2013/11/24/historia-militar-de-catalunya-2-temps-de-conquesta-xavier-hernandez-resena/

Como contrapunto, unas obras sugerentes:

- Early Carolingian Warfare: Prelude to Empire de Bernard S. Bachrach (Phildelphia, Pa: University of Pennsylvania Press, 2001).

http://diariodelibros.wordpress.com/2013/08/25/early-carolingian-warfare-prelude-to-empire-bernard-bachrach-resena/

- La revolución del año mil de Guy Bois (Barcelona: Crítica, 2000 2ª edición).

http://diariodelibros.wordpress.com/2013/01/24/la-revolucion-del-ano-mil-guy-bois-resena/

- The Camel and the Wheel de Richard W. Bulliet (Nueva York: Columbia University Press, 1990 2ª edición).

http://diariodelibros.wordpress.com/2012/12/31/the-camel-and-the-wheel-bulliet-resena/