Hace 5 años | Por Iris_ a amp.20minutos.es
Publicado hace 5 años por Iris_ a amp.20minutos.es

Según la ciencia, hasta un 90% de las personas han sufrido alguna vez una pesadilla. Pese a que a veces son experiencias traumáticas, los expertos creen que se trata de un fenómeno positivo

Comentarios

sorrillo

#2 Que una hipótesis sea bonita no significa que esté respaldada por las evidencias.

La práctica totalidad de la gente no recuerda prácticamente ninguno de sus sueños, ocurren sin que nos despierten en el momento en el que los estamos teniendo y se despiertan sin recordar siquiera si han soñado. No me consta que haya evidencias que eso no ocurra también con la práctica totalidad de las pesadillas.

Esos efectos físicos que describes en tu hipótesis, la liberación de adrenalina y endorfinas, también debería producirse en aquellas pesadillas donde la persona no se despierte. Y eso se puede medir.

¿Tienes alguna evidencia que avale la medición de esa liberación de adrenalina y endorfinas?

Durante el sueño el cuerpo desactiva un montón de procesos que sí ocurren cuando estamos despiertos, por eso entre otros el cuerpo no se mueve aunque estemos caminando dentro del sueño. Una hipótesis es que esos procesos que nos describes también se desactivarían durante el sueño y por lo tanto también durante las pesadillas.

guaperas

#3 #3 la relación entre estrés y pesadillas si está muy estudiada parece ser que el primero aumenta las probabilidades de que se produzca el segundo y es más que obviamente claro que no existe ninguna relación entre el estresor y el contenido de las pesadillas por tanto no se puede categorizar que las pesadillas corresponden a vivencias adquiridas recientemente sino algo así como un proceso aleatorio cuya probabilidad incrementa cuando estamos en estrés.

lo que sí que está claro es que las pesadillas como todo lo relacionado con los sueños está en el inconsciente y al inconsciente no se puede acceder de momento a través de ninguna técnica de medición son lo que los psicólogos y neurólogos llaman como conductas encubiertas es decir solamente existen porque un sujeto las expresa verbalmente pero no existe ninguna evidencia más allá de los estímulos electricos que producen en el cerebro de dónde proviene

sorrillo

#6 La relación a la que me refería es la opuesta, que sean las pesadillas las que generen una liberación de adrenalina y endorfinas incluso cuando la persona no se despierta a mitad de ésta. Es esa la hipótesis a la que me refería y que de ser cierta se podría medir.

guaperas

#7 se podría medir los niveles de biomarcadores cierto, pero sigue siendo una parte inaccesible el contenido o el origen de la pesadilla al ser una experiencia subjetiva. Es el problema de las ciencias cognitivas

sorrillo

#9 Bastaría con medir esos biomarcadores de forma sistemática y si se notase un incremento significativo de alguno de ellos despertar a la persona a la que se está midiendo para ver si puede explicar lo que estaba percibiendo.

Como indico si esa hipótesis fuera cierta se podría medir. Y si no se han hecho mediciones al respecto no podemos darla por buena hasta que se haya podido demostrar. Aunque sea bonita, eso no la convierte en cierta.

RaícesRotas

#2 Para mí la pesadilla es una forma que tiene el cuerpo de sacar asuntos de los que tendemos a huir, yo he llegado a enfrentar un miedo bastante importante en el propio sueño y cuando me desperté me sentía muy muy en paz y me volví a dormir, solo que ésta vez dormí como hacía mucho tiempo que no lo hacía, como un niño chico

guaperas

#4 eso es porque mediante la sueñoterapia has conseguido externalizar tu inconsciente a través del sueño y has activado el circuito de sinapsis relacionado con esa parte de tu inconsciente. De esa forma al despertar y tener ese circuito abierto y activado y con la ayuda de tu cerebro consciente has podido accede a cambiar esas sinapsis y establecer nuevas conexiones neuronales permitiéndote así sanar el problema que tenías presente en tu mente

sorrillo

#8 Una terapia es algo deliberado. Que te tropieces y al caer contra el suelo te ponga a sitio un hueso que tenías dislocado no es fruto de ninguna terapia, aunque haya arreglado algo que estaba estropeado.

Lo que describe el usuario al que respondes no es fruto de ninguna terapia.

guaperas

#10 estás comparando una terapia física como puede ser una cirugía ósea con una terapia cognitiva. Nada que ver.

sorrillo

#12 No, estoy explicando que si no es de forma deliberada no es una terapia.

No es una terapia que te caigas y se te ponga bien un hueso dislocado y no es una terapia que tengas una pesadilla y eso te facilite superar una situación que estabas viviendo.

guaperas

#13 ok en esa comparación estoy de acuerdo, ha sido una "sueñoterapia" casual y no conducida por un psicólogo.

Pero sueñoterapia es un tipo de terapia psicológica que se basa en lo que yo he mencionado precisamente en eso en establecer una relación consciente con el inconsciente de los sueños.

sorrillo

#14 Lo que ha descrito no tiene nada que ver con ningún tipo de terapia ni sin comillas ni entrecomillado.

Sobre la existencia de algo llamado sueñoterapia y sobre si eso tiene algún fundamento científico no he entrado en ningún momento, es otro debate.

ﻞαʋιҽɾαẞ

Porque leyendo lo que ocurre por el mundo, no es para menos.

sorrillo

Añado una anécdota interesante que me ocurrió hará algo mas de una semana. Me había dormido en el sofá y no había descansado bien, me desperté estando tumbado y con la cabeza en el reposabrazos, inclinada. Escuché en ese momento que en el pasillo mi hermano susurraba con mi padre. Racionalmente sabía que eso era imposible ya que en ese momento la casa estaba vacía salvo mi presencia y mi hermano estaba a unos cien kilómetros de distancia. Así que entendí que estaba medio despierto medio soñando, noté que estaba aún paralizado y no podía moverme, simplemente abrir y cerrar los ojos. No es la primera vez que vivo esa experiencia así que no me afectó excesivamente, pero sí tenía claro que quería acabar de despertarme lo antes posible para eliminar esos susurros que no dejaban de ser inquietantes.

Conseguí con mucho esfuerzo moverme lo suficiente para pasar de estar estirado en el sofá a estar estirado en el suelo, pensé que cuanto más me moviera antes podría acabar de despertar todo el cuerpo. Cuando ya estaba en el suelo decidí hacer un último esfuerzo para terminar de despertarme, cerré con fuerza los ojos para concentrarme antes de impulsarme con los brazos. Al abrir los ojos volví a ver el punto de vista de mi cabeza apoyada en el reposabrazos del sofá, no me había movido ni un centímetro, había soñado toda la parte de estar en el suelo. A pesar de no poder ser más real. Los susurros continuaban, esta vez detrás del sofá, el cual está en la mitad del comedor.

Seguía bastante tranquilo aunque seguía queriendo acabar con esa situación, despertarme del todo.

Decidí hacer otro esfuerzo en este caso de incorporarme sin levantarme del sofá y girar la cabeza hacia atrás, esperando que al ver visualmente que no había nadie el resto del cuerpo reaccionase y dejase de escuchar esos susurros. Decidí cerrar los ojos para concentrarme mejor, en ese momento pude hacer todos los movimientos sin demasiado esfuerzo, logré incorporarme y todos los sentidos, también el del equilibrio y la orientación, me indicaban que tenía la cabeza en vertical y girada hacia atrás. Todo parecía ir bien. Abrí los ojos y de vuelta estaba tumbado en el reposabrazos del sofá, noté en ese momento como el resto de sentidos, especialmente el equilibrio y orientación, se readaptaban rápidamente para reflejar esa nueva situación.

Seguía teniendo solo el control de los párpados, y de esa forma cerrándolos podía estar inmerso en la "simulación" que es la fase de sueño donde todos los sentidos reaccionan según lo que ocurre en esa simulación, mientras que si abría los ojos todo estaba paralizado.

Fue una experiencia muy interesante, a su vez que inquietante por los malditos susurros. Al poco rato ya sí se despertó de verdad el resto del cuerpo y pude incorporarme sin problemas.

Al poco rato se me ocurrió que la película de Bill Murray, "El día de la marmota", podría tener como idea originaria una experiencia con similitud a ésta, ya que tuve la sensación de levantarme en varias ocasiones y de forma "mágica" volvía al punto de inicio, donde volvía a intentarlo una y otra vez.