Un troyano cuesta entre 350 y 700 dólares, mientras que una lista con un millón de direcciones de correo a las que enviar spam tiene un precio de 100 dólares. Poco más de mil dólares de inversión es lo que necesita un ciber-delincuente para comenzar a obtener beneficios económicos de sus acciones maliciosas, según datos de PandaLabs. Esto es posible gracias al mercado negro que ha crecido en Internet en torno al malware y que hace posible adquirir herramientas y códigos maliciosos a precios muy bajos.
Comentarios
Los hombres de verdad programan sus propios troyanos y generan sus propias listas de spam mediante el correo-cadena del niño sin brazos ni piernas.
OH, wait...
es bien cierto que todo se pone carisimo
Ya, ¿pero cómo sabe uno que no tiene un troyano bien oculto en el sistema? Alguien que no tiene conocimentos preciosos, como yo y la mayoría, de alguna forma hemos de fiarnos y tentar a la suerte... Yo de momento creo que no me arriesgo. Hay gente que compra sin problema, cierto, pero también los hay que se encuentran con una desagradable sorpresa a final de mes.
#4, la seguridad suele fallar en el cliente, no en la red.
Yo hago muchas compras de internet (de poco dinero, como libros, o de mucho, como el portátil), y no existen esos problemas que mencionas.
Pues bien tontos son los que pagan eso... Se encuentran troyanos y listas de emails buscando bien por internet...
Yo también he sido joven y alocado
#4 Recuerda que por muy seguros que sean los sistemas operativos, las redes y sus conexiones, siempre hay un fallo de seguridad ENORME: el usuario es estúpido. Siempre.
#6, pasa un antivirus. Y, sobretodo, NUNCA uses Internet Explorer. Lo ideal sería no usar Windows, pero bueno: sobretodo, no internet explorer, no outlook.
Usando Firefox y con las actualizaciones de seguridad al día, no deberías tener ningún problema.
No apuntes tus cuentas de crédito/PIN/passwords en ficheros de texto. No compartas en emule más cosas de las necesarias.
Tal como dice #7, también te la pueden leer en una tienda.
Para cualquiera de estos casos, el banco tiene seguro: fíjate a fin de mes en lo que te han cargado, y reclama si algo no corresponde.
#6 Por la misma regla de 3, no pierdas NUNCA de vista la tarjeta de crédito, porque el camarero que se la lleva para cobrarte en el restaurante bien puede hacerle una foto en un despiste y luego comprarse cosillas a tu cuenta. O mejor, paga todo en efectivo.
En otro orden de cosas, el artículo es bastante amarillista; lo pone todo tan fácil que casi dan ganas de hacerse spammer...
#3: Eso, eso, tú anímales...:) La verdad es que sorprende ver el mercado que se ha generado en torno a este delito. Leyendo este tipo de noticias seguiré en mis trece de no dar nunca mi numero de tarjeta de credito, y por tanto, de comprar por internet. Debe aumentar mucho más la seguridad para que la gente pueda hacer uso de la Red sin preocupaciones