Si eres una persona joven y te sueles dejar llevar por la corriente, quizás este post te abra un poco los ojos al mundo real de la industria musical. Si eres joven, probablemente te hayas perdido lo que suelo llamar la época dorada de la música. Me refiero al período que fue desde los años 1970 hasta los 1990. Este período se caracterizó por diversos factores que lo hicieron único:
Todas esas fuentes que citas (#1), están relacionadas con el Loudness War, de eso hay bastante escrito. El presente artículo es un artículo original, se centra más en el tema de la Alta Fidelidad, aunque en él se cite el fenómeno Loudness War y se muestre el vídeo The Loudness War, de Youtube, clásico por excelencia.
#3 Con el artículo tan sólo se pretende mostrar cómo con medios no muy caros y asequibles al alcance de cualquier bolsillo, se puede disfrutar de una verdadera Alta Fidelidad.
No quiero ser aguafiestas, pero de esto a la "alta fidelidad" hay un buen paso y sobre todo €€€. Eso si, lo que propones es bastante mejor que escuchar un mp3 de un reproductor portátil, pasado incluso a la radio del coche por FM. O por miniauriculares del chino.
Tal y como está la industria dudo mucho que salvo cuatro estrellas puedan gastarse el pastizal que cuesta algo bien realizado.
Me ha parecido interesante, por lo didáctico a las nuevas generaciones.
Cuidadín con spamear mucho!!
Hola. Soy el autor del artículo publicado, y he acudido por alusiones. Como decía dalton1, mi intención no es contar a la gente la música que me gusta. He hablado de determinados artistas porque los conozco bien y sé que son válidos ejemplos para lo que pretendo ilustrar; evidentemente no puedo hablar de lo que no conozco. Respecto a si M-Audio Transit + PC + Sennheiser HD-650 sirven para reproducir la alta fidelidad o no, creo que sí que sirven. Evidentemente, como todo en esta vida, no existen el blanco y el negro únicamente, sino que en medio podemos encontrar toda una gama de grises. En 1973, el Instituto Alemán de Normas DIN 45500 estableció requerimientos mínimos de las medidas de respuesta de frecuencia, distorsión, ruido y otros defectos para la calificación de un equipo musical como de Alta Fidelidad (Wikipedia), y bajo esas normas el "mini-equipo" que yo recomiendo cumple sobradamente esos requerimientos. Eso no quiere decir que sea la más alta fidelidad posible, pues siempre puede uno gastarse más dinero en un equipo más caro para lograr una -cada vez más sutil- diferencia de calidad, y en eso sí le doy la razón a ollomol. Pero mi artículo no versa sobre la alta fidelidad de, valga la redundancia, alta gama, sino sobre la alta fidelidad más asequible a los bolsillos de un público que desde hace muchos años vive cautivado por la cultura del mínimo gasto y el máximo beneficio. Por otra parte, sé en cierta medida de lo que hablo porque llevo más de dos décadas obsesionado con la alta fidelidad. Mis recursos económicos no me hacen aconsejable comprarme un equipo con altavoces de 24.000 euros, principalmente, no porque no pueda comprármelos, que sí que puedo, sino porque para aprovecharlos debería gastarme 100.000 euros en reformas en mi casa, y ni aún así, ya que mi casa es relativamente pequeña, pero, no obstante, siempre he intentado comprarme lo que, dadas mis limitaciones, mejor se adaptaba a mi salón. Actualmente tengo un reproductor de CD Rotel, una marca alemana de bastante prestigio, un amplificador Audiolab, inglés, que en su día recibió incluso premios entre los productos de alta fidelidad (no es de válvulas, pero tiene una calidad bastante buena), y unas columnas Yamaha NS-1000, que me compré hace ya varios años de segunda mano en una tienda de alta fidelidad por aproximadamente 150.000 de las antiguas pesetas, y de las que me siento más orgulloso. Pues bien, acostumbrado como estoy a escuchar música en ese equipo, puedo decir que la combinación del PC, si bien no suena con la misma potencia, cosa obvia, sí suena con una calidad que, si no igual, me atrevería a decir que es muy parecida, tanto que yo no sería capaz de distinguirla fácilmente.
Comentarios
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el50.comTodas esas fuentes que citas (#1), están relacionadas con el Loudness War, de eso hay bastante escrito. El presente artículo es un artículo original, se centra más en el tema de la Alta Fidelidad, aunque en él se cite el fenómeno Loudness War y se muestre el vídeo The Loudness War, de Youtube, clásico por excelencia.
#2 en el artículo no dices nada más, salvo autofelarte por lo buena que es la música que te gusta
#3 Con el artículo tan sólo se pretende mostrar cómo con medios no muy caros y asequibles al alcance de cualquier bolsillo, se puede disfrutar de una verdadera Alta Fidelidad.
No quiero ser aguafiestas, pero de esto a la "alta fidelidad" hay un buen paso y sobre todo €€€. Eso si, lo que propones es bastante mejor que escuchar un mp3 de un reproductor portátil, pasado incluso a la radio del coche por FM. O por miniauriculares del chino.
Tal y como está la industria dudo mucho que salvo cuatro estrellas puedan gastarse el pastizal que cuesta algo bien realizado.
Me ha parecido interesante, por lo didáctico a las nuevas generaciones.
Cuidadín con spamear mucho!!
El Sargent Pepper's está grabado en cuatro pistas.
Hola. Soy el autor del artículo publicado, y he acudido por alusiones. Como decía dalton1, mi intención no es contar a la gente la música que me gusta. He hablado de determinados artistas porque los conozco bien y sé que son válidos ejemplos para lo que pretendo ilustrar; evidentemente no puedo hablar de lo que no conozco. Respecto a si M-Audio Transit + PC + Sennheiser HD-650 sirven para reproducir la alta fidelidad o no, creo que sí que sirven. Evidentemente, como todo en esta vida, no existen el blanco y el negro únicamente, sino que en medio podemos encontrar toda una gama de grises. En 1973, el Instituto Alemán de Normas DIN 45500 estableció requerimientos mínimos de las medidas de respuesta de frecuencia, distorsión, ruido y otros defectos para la calificación de un equipo musical como de Alta Fidelidad (Wikipedia), y bajo esas normas el "mini-equipo" que yo recomiendo cumple sobradamente esos requerimientos. Eso no quiere decir que sea la más alta fidelidad posible, pues siempre puede uno gastarse más dinero en un equipo más caro para lograr una -cada vez más sutil- diferencia de calidad, y en eso sí le doy la razón a ollomol. Pero mi artículo no versa sobre la alta fidelidad de, valga la redundancia, alta gama, sino sobre la alta fidelidad más asequible a los bolsillos de un público que desde hace muchos años vive cautivado por la cultura del mínimo gasto y el máximo beneficio. Por otra parte, sé en cierta medida de lo que hablo porque llevo más de dos décadas obsesionado con la alta fidelidad. Mis recursos económicos no me hacen aconsejable comprarme un equipo con altavoces de 24.000 euros, principalmente, no porque no pueda comprármelos, que sí que puedo, sino porque para aprovecharlos debería gastarme 100.000 euros en reformas en mi casa, y ni aún así, ya que mi casa es relativamente pequeña, pero, no obstante, siempre he intentado comprarme lo que, dadas mis limitaciones, mejor se adaptaba a mi salón. Actualmente tengo un reproductor de CD Rotel, una marca alemana de bastante prestigio, un amplificador Audiolab, inglés, que en su día recibió incluso premios entre los productos de alta fidelidad (no es de válvulas, pero tiene una calidad bastante buena), y unas columnas Yamaha NS-1000, que me compré hace ya varios años de segunda mano en una tienda de alta fidelidad por aproximadamente 150.000 de las antiguas pesetas, y de las que me siento más orgulloso. Pues bien, acostumbrado como estoy a escuchar música en ese equipo, puedo decir que la combinación del PC, si bien no suena con la misma potencia, cosa obvia, sí suena con una calidad que, si no igual, me atrevería a decir que es muy parecida, tanto que yo no sería capaz de distinguirla fácilmente.