Hace 16 años | Por pablodiazgutier... a youtube.com
Publicado hace 16 años por pablodiazgutierrez a youtube.com

En 1934 el rey Alejandro de Yugoslavia, considerado el unificador de ese país hoy deshecho, visitaba Marsella en misión diplomática para fortalecer los lazos con Francia. Receloso de salir a la calle los martes (día en el que murieron tres de sus familiares), no tuvo más remedio por problemas de agenda. Su superstición se demostró certera cuando un revolucionario búlgaro salió de la muchedumbre y lo asesinó a él y su chófer, para seguidamente ser herido por un guardia y linchado por el gentío. Quizás el primer magnicidio grabado en imágenes.

Comentarios

ikipol

#6 valiente tontería has escrito. Todo sea por dejar tu comentario antimonárquico del día. La demagogia es buena para el karma del comentario ¿eh?

kikuyo

Dudo que fuera grabado en video (No estaba inventado aún en 1934)

kikuyo

#3 Pon una nota en la fisgona pidiéndo a alguien con karma suficiente que te edite la noticia.

c

¿Dando ideas?

t

Pues teniendo en cuenta cómo acabó el país, no creo que fuera muy buena idea unificarlo. Muy interesante el vídeo, en cualquier caso.

pablodiazgutierrez

#1, tienes toda la razón. Quise decir grabado en cámara, pero no puedo (no sé cómo) editar el texto... De paso tendría que eliminar uno de los dos "hoy" de la primera oración.

pablodiazgutierrez

Gracias, #4, y al editor del antifaz.

pablodiazgutierrez

#6, eran otros tiempos (eso de la democracia no estaba demasiado extendido, y donde llegaba lo hacía sólo relativamente), pero a mí no me da pena nadie capaz de matar por fines políticos. Del mismo modo, me parece repugnante la reacción de la turba.

ikipol

¡VIVA LA REPUBLICA Y A MANCILLAR MONARCAS!

a

Pues, seré mala persona, pero a mi me da más pena el pobre "asesino". Si en lugar de haber matado al rey hubiera matado a un granjero, pues no le habría pasado quizá nada, pero como decidió matar a un rey, fue herido y linchado en el acto. Quizá lo hiciera para bajar los impuestos a sus conciudadanos. Un rey menos, muchos gastos menos.