Son prisiones viejas, que no reúnen las condiciones mínimas para garantizar la seguridad ni de presos ni de funcionarios.Las últimas reformas penales y penitenciarias están alargando las penas , lo que desespera a los presos, sobre todo a aquellos más frágiles psicológicamente.En los últimos dos años han muerto veintitrés presos por causas no naturales en las cárceles de Euskadi y Navarra.
Comentarios
Lo peor es que habrá gente que se alegre por esto...
¿Provocación? ¿Quién ha sido el atontao?
ah, el que me ha meneao el karma. Acabáramos.