La mayoría de las aplicaciones para móviles nacen con una vocación universal: aspiran a alcanzar cada smartphone del planeta. Con ese objetivo son prácticas o divertidas, cotidianas y asequibles. Otras tienen una audiencia potencial algo más reducida, pero muy fidelizada, ya que ofrecen un servicio especializado a un precio razonable. Pero gracias a la altísima segmentación del público, algunos desarrolladores pueden orientar sus productos hacia las clases más altas, aquéllas que pueden -y están dispuestas a- pagar cientos de euros por una app.
Comentarios
bah, eso es para pobretones, un rico de verdad no tiene que alquilar un asiento en un jet, tiene un jet(o una flota), un rico de verdad no tiene que intercambiar casas o bien tiene múltiples casas o se compra una o se va a un hotel de 5 estrellas a la suite más cara de la ciudad. Tampoco necesita una aplicación de IPAD para comprar cuadros, tiene su propio marchante de arte, tampoco necesita una aplicación para joyas de tiffanys, se lo indicas a tu servicio y ellos se encargan de que vengan a tu casa y sobre la agencia de viajes, ni se preocupan por ello, tienen gente de confianza que les busca los viajes.
Solo los ricos, ¿eh? Pues yo me acabo de bajar la de Tiffany's y va como la seda...
#5 Amén.
Cachis... ¡me falta la del jet!
duple
Las aplicaciones más populares entre los ricos
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eleconomista.esLos ricos seguramente tampoco le darán uso, yo personalmente me quedo con del Candy Crush
Mientras tanto, en un universo paralelo...
¿ Que nunca llegaré a probar ? Por no ser rico asume el titular...
El que lo escribió es sencillamente un gilipollas que se permite la licencia de subestimarnos
Yo estoy haciendo lo que creo debo de hacer en camino a mi primer millón