Ir a comprar el pan, coger el metro, sacar dinero de un cajero, tomarse un café en un bar... Tareas cotidianas , se convierten en un infierno cuando tienes una discapacidad. "No tenemos la posibilidad de circular libremente", denuncian desde el Comité Español de Representantes de Minusválidos Javier, José Luis y Antonio son un claro ejemplo de ello. Discapacitado motor, sordo y ciego hallan en un tramo de poco más de 800 metros todas las barreras posibles para poder circular y vivir libremente.
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elmundo.esLa sociedad debería prepararse para no añadir más limitaciones a aquellos que, por desgracia, ya se encuentran gravemente limitados. Es una cuestión de humanidad y de empatia.
Es lógico que se sientan mal por las discapacidades y los impedimentos que tienen a la hora de hacer una vida normal, y están en su derecho de reivindicarlo y pedir que se les tenga en cuenta, pero muchas veces lo hacen como si el resto de las personas tuviéramos la culpa de su desgracia sólo por no tener sus discapacidades.