Hasán El Haski, condenado en España a 14 años de prisión en relación con los atentados del 11-M, denuncia, en una carta divulgada hoy, lo que califica de "tratamiento racista y represivo" por parte de la Policía española que, según dice, le "torturó".
Creo que hay dos clases de bípedos, los humanos y los inhumanos y las diferencias son obvias, los humanos son compasivos y los inhumanos son depredadores y nadie, nunca, me hará meterlos en el mismo saco. No tengo ninguna pena de álguien que ha masacrado a casi 200 inocentes.
un civil español acusa al condenado por el 11-M de racismo, terrorismo, asesinato, vandalismo, antisemitismo, anti-todo lo que represente civilización, salvajismo mental, intento de manipulación de la opinión pública, acusar de sus propios delitos a las fuerzas de seguridad del país que le acogió, traición y un montón de cosas más, al puchero con él.
Comentarios
Ahora pedirán desde eeuu. el cierre de la carcel de Tenerife por no respetar los derechos humanos.
#1 +1.
Ya hay que tener huevos. Es como cuando vas a robar a una casa, te pegan un puñetazo y aún vas y lo denuncias por agresión. Vaya cracks, de verdad
No te... encima de asesinar a 192 personas quieres que te traten bien?
#3 Mala argumentación, no tiene nada que ver un caso con el otro:
En la cárcel de Tenerife hay cámaras, en Guantánamo, no.
EE.UU. ha admitido la tortura en Guantánamo, y en Tenerife no.
Personalmente no creo que le hayan torturado, y la verdad, espero que no lo hayan hecho. No podemos rebajarnos al mismo nivel que estos asesinos...
Creo que hay dos clases de bípedos, los humanos y los inhumanos y las diferencias son obvias, los humanos son compasivos y los inhumanos son depredadores y nadie, nunca, me hará meterlos en el mismo saco. No tengo ninguna pena de álguien que ha masacrado a casi 200 inocentes.
un civil español acusa al condenado por el 11-M de racismo, terrorismo, asesinato, vandalismo, antisemitismo, anti-todo lo que represente civilización, salvajismo mental, intento de manipulación de la opinión pública, acusar de sus propios delitos a las fuerzas de seguridad del país que le acogió, traición y un montón de cosas más, al puchero con él.