Stephen Andrew Hall, texano de 59 años, podría morir en la cárcel por ser reincidente en dar positivo en controles de alcoholemia. En el último test por el que fue condenado dio una tasa que en España sería legal. Era la quinta vez que daba positivo en un control de alcoholemia y por la última ya había pasado un tiempecito en prisión. Por eso, el jurado no lo dudó: solo deliberó durante cuatro minutos antes de condenar a 45 años de cárcel a Hall. Ha ocurrido en Fort Worth, Texas.
Comentarios
Igual me equivoco, que nadie dude en corregirme, pero diría que el jurado no condena a nada. El jurado declara inocente o culpable y es el juez el que elige la pena de 45 años a posteriori.
#3 Pues yo creo que es al revés. El jurado popular diría si es culpable o no, la pena la escoge su compinche, el fiscal y el juez remata y cobra el finiquito, o se va a deliberar, con un leve golpe de martillo.
#3 pues ni idea, yo me pensaba que era cosa del fiscal.
de todas formas me parece una pasada y mas teniendo en cuenta que aqui la tasa con lo que das positivo ya es suficientemente baja.
Era la quinta vez que daba positivo en un control de alcoholemia y por la última ya había pasado un tiempecito en prisión
Mejor ahora que no esperar a que cause un desastre.
Y digo yo, ¿a la tercera (sin falta de llegar a la quinta) no era mas fácil quitarle el carnet y el coche y prohibirle conducir?
Hombre es que era la quinta!
Ponerlo en un centro de desintoxicación sería menos rentable, a no ser que fuese privado y se lo pagase él ...
fucking americans