Lo más immoral de la cirugia estética es que basa buena parte de su negocio en maquillar malestares internos. Someten a sus pacientes a costosas y arriesgadas operaciones para cambiar su apariencia al capricho de la moda, aún en ausencia de un defecto físico, sólo porque estas personas estan a disgusto con ellas mismas.
No es de extrañar que en los grandes centros que explotan el malestar y la frivolidad, el personal también esté a disgusto.
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Lo más immoral de la cirugia estética es que basa buena parte de su negocio en maquillar malestares internos. Someten a sus pacientes a costosas y arriesgadas operaciones para cambiar su apariencia al capricho de la moda, aún en ausencia de un defecto físico, sólo porque estas personas estan a disgusto con ellas mismas.
No es de extrañar que en los grandes centros que explotan el malestar y la frivolidad, el personal también esté a disgusto.
Son las cosas de los nuevos tiempos: lo único que importa es el beneficio, el resto son pamplinas.
¿ cuantas empresillas más como ésa hay ?
Se admiten apuestas.