Una pequeña anécdota me salvó de ser católica. Cuando contaba apenas nueve años asistí a una ceremonia religiosa previa a unos ejercicios espirituales. En la oscuridad de la iglesia, un sacerdote elevaba sus brazos de forma fantasmal y nos pintaba con toda crudeza la descomposición del cuerpo una vez fallecido; cómo los gusanos y las crisálidas surgían de la carne; el hedor que esparcía el cuerpo en su lenta descomposición. Alzó la voz y dijo: “Aún estáis a tiempo. Arrepentíos, sacrificad vuestro cuerpo para ganar la vida eterna”.
Comentarios
Que nadie se meta con los obispos pero ellos se sienten libres de meterse con todo y con todos desde su cerrada e hipócrita mentalidad, causando la miseria a miles. El fanatismo religioso es una lacra y esas pretendidas buenas obras que puedan hacer son una ligera capa de barniz sobre su infinita iniquidad.
No, digo que de lo que principalmente se queja la autora (la ausencia de cierta actitud) es presupongo debido a que mucha de la labor positiva de la curia no sale más que en publicaciones pastorales y muy pocas veces en la prensa y grandes medios, salvo claro está esas acciones de carácter político y social que puedan mover a polémica, de las que ya se cuidan, y con razón muchas veces, en sacar.
Exacto, como ya dice la autora, desde muy pequeñita no pisa una iglesia para oir misa. Se ahorra con ello la afortunada o desafortunada (me da igual) circunstancia de oir a un cura pidiendo y rogando por los más necesitados y perjudicados por esta crisis. También se ahorra la lectura de cientos y miles de cartas pastorales de los mismos obispos pidiendo y apoyando por esos mismos perjudicados. Leñe, o el mismo Papa.
Ocurre, como ya va siendo muy habitual, que las líneas editoriales de la prensa y los medios evitan a toda costa noticias relacionadas con la liturgia de cariz positivo (en temas de polémica social como la homosexualidad y el aborto sí que están prestos); pero no por anticatolicismo o desvinculación sino por simples técnicas de mercado de los periódicos: la gente no lee esas cosas ni le interesan. A lo sumo y salvo excepciones, el contenido positivo del que informo queda relegado a las ediciones del domingo (en La Vanguardia por ejemplo) o simple y llanamente no existe tal.
Por tanto, y resumiendo, no culpe la autora a otros de su ignorancia y desidia en buscar esa información positiva.
#1 A ver si te he entendido. ¿quieres decir que el que haya alguna buena obra (con la finalidad de evangelización, que es dogma debe ser la primera misión de todo católico) justifica la homofobia, el sexismo o el clericalismo. La lucha contra la ciencia y el conocimiento libre, la criminalización del laicismo o del ateo?
Te lo digo debido a que dicen que decían que era un padre estupendo, los hijos de Hitler (Golwind directo a la línea de flotación)
#3 ateillo leeme la nota, se te echo de menos hasta que supe donde parabas y te debo una cena. con cariño cloudy.