Un enfermo de esquizofrenia paranoide que no recibe tratamiento para su patología mental sembró el miedo entre varios viandantes en Nochebuena en Gijón. El joven se paseó armado con un sable por la zona centro, ante el asombro de las personas que se cruzaban con él. J. E. S. P., de 36 años y vecino de El Llano, fue interceptado de madrugada en Fomento, después de atracar a una mujer a la que amenazó con el sable a la salida de un bar. La víctima le entregó cinco euros por temor a que el presunto delincuente le hiriese con ella
Comentarios
Un enfermo de esquizofrenia agresivo que no quiera tomarse la medicación es una bomba de relojería. A ver cuándo la política de salud mental hace las cosas más fáciles para los que están al cuidado de este tipo de enfermos.
#1 estoy de acuerdo y aún más : lo que es una bomba es el sistema de salud mental que tenemos. Está muy bien lo de que los enfermos mentales mejoran cuando están en un entorno no hospitalario, pero a mi me parece que eso más bien es una forma que tiene el estado de escurrir el bulto y no hace frente a los gastos que supone este problema para la sanidad.
No es facil cuidar de un esquizofrenico, un familiar mio que sufre de esa dolencia se escapo del hospital y, puta casualidad, la estación de autobuses está al lado del hostpital. Se fue a Francia en taxi. Denunciamos que le robo a mi madre la cartera y la Ertzaintza no queria denunciar porque era familia. Unos Gendarmes lo encontraron y lo "identificaron" con una foto suya y el DNI de mi madre y le soltaron, con la denuncia ya puesta y sabiendo que estaba en Francia. Al final lo trajo un taxista porque no tenia dinero con el que pagar el taxi.
Por lo menos no era violento, pero podia haber armado una buena si llega a serlo.