Hace 13 años | Por jm.agras a elpais.com
Publicado hace 13 años por jm.agras a elpais.com

Ante las continuas declaraciones de empresarios de hostelería manteniendo que la ley del tabaco ha causado importantes pérdidas de ventas, clientes y empleo hay que recordar los datos oficiales del Ministerio de Trabajo y del Instituto Nacional de Estadística que las desmienten completamente. Los datos del INE sobre Actividad Económica del sector de hostelería revelan que de diciembre de 2009 a enero de 2010 (antes de la ley) la actividad cayó en un 13,91% mientras en 2011 ha caído un 14,1%.

Comentarios

D

Los datos oficiales del Ministerio de Trabajo y del Instituto Nacional de Estadística siempre coinciden con las tesis del gobierno, sirven para eso, de hecho.

e

#1 Y los datos de las patronales de hosteleros, patrocinadas por las tabacaleras, siempre coinciden con las tesis de...

Por lo menos el INE aporta más que notas de prensa.

#3 Es que los fumadores no se mueren a los 60. Se mueren a los 80 como todos, pero después de haber recibido muchos más tratamientos por enfermedades cardiovasculares. No se trata de retrasar la edad de fallecimiento, se trata de reducir la dependencia médica hasta que llegue ese momento.

Luenkun

Esto... ¿y que no tengamos dinero para ir a bares no tiene nada que ver?

D

"el dinero que la gente no se gasta en tabaco no se evapora, se utiliza en otros bienes y servicios que generan más puestos de trabajo y más bienestar. Recordemos que las cinco enfermedades más frecuentemente causadas por el tabaco ocasionan el 8% del gasto sanitario a nivel nacional."

Entonces, el dinero que la sanidad pública se gasta en tabaco sí que se va a evaporar, o se va a poder gastar en otra cosa. Pues no: el ciudadano ya no fuma, de modo que no se muere a los 50, 60 o 70 de una enfermedad tabáquica. Sobrevive, cobrando su pensión muchos más años, y conforme se hace mayor va incrementando su consumo de medicamentos, consultas médicas, dependencia, operaciones de cincuenta cosas (la hernia, la fractura espontánea, las cataratas...) Es una historia muy triste, lo sé, pero parece evidente que retrasar la edad del fallecimiento no reduce el gasto público, sino que lo aumenta. Se repite tanto la falacia de "lo que nos ahorramos" que vamos a terminar por creerla. O nos creemos que el tabaco acorta la vida, o que el tabaco incrementa los costes sanitarios; pero las dos cosas a la vez, no cuelan.

Ojo: no defiendo el tabaco, y aspiro a llegar a los 90, pero las cuentas hay que hacerlas bien.

kalimochero

Prefiero creer cualquier cosa antes que los cuentos del Gobierno. Ergo, estoy con la patronal tabaquera y los que se benefician de curarnos el cáncer de pulmón. Hay que decidirse por algo ¿no?