No hay emociones buenas o malas. Hay emociones que son empoderantes y otras que son inhabilitantes para lograr determinados objetivos, en determinadas circunstancias. El miedo nos puede salvar la vida en cierto momento, y nos puede matar en otro. Cuando un ejecutivo se encuentra en un estado de ánimo que lo inhabilita para lograr sus metas, desde el coaching se lo puede llevar a otro estado, realizando una “intervención” en alguno de los dominios, interrumpiendo el patrón que sostiene dicho estado de ánimo.
Comentarios
spam @mujerpatagonica
http://meneame.wikispaces.com/Comenzando
A ver cuantos de los que entran a esta noticia ha pensado en farlopa
#2 Yo misma.