Inmaculada R.G., madre soltera, dio en adopción a su hija en noviembre de 1973. Un mes después se arrepintió e intentó que le fuera devuelta. Pero chocó contra un muro infranqueable frente al que peleó sin desmayo en los tribunales durante 13 años. Todo fue inútil: después de gastar muchas energías y mucho dinero, solo consiguió que el Tribunal Supremo ordenara que se borrase del Registro Civil que la menor era hija de madre desconocida y que se hiciera constar quién es su madre biológica.
Comentarios
La tendría algún pez gordo, siempre pasa lo mismo, de lo contrario se la habría devuelto, de todos modos los jueces hacen lo que les sale de las pelotas, porque una madre tiene, creo que son, 45 días para arrepentirse y no dar a su hijo/a en adopción.
No se como te arrepientes de una cosa así la verdad, no es como arrepentirte de comprarte un jersey en Zara.
#2 ¿que no sabes como te puedes arrepentir,de entregar a un hijo a alguien que no conoces y no volverlo a ver el resto de tu vida?.ALUCINO
Me parece fantástico que no se lo devolvieran, todo muy trágico y chorradas así para la asquerosa que lo dio, ¿pero para la familia que lo acogió?, esa buena gente que tiene ahora un bebe y una mala zorra, que de madre no tiene nada, se lo quiere arrebatar.