En aquella época, cuando lanzamos al perrito Tristón, rompimos con la dinámica de los spots creados para juguetes, que hasta entonces en su gran mayoría carecían de personalidad. (...) parecían estar dirigidos a niños absolutamente gilipollas; y que los papás, no tenían más remedio que comprar por una machaconería perniciosa. (...) Mi equipo junto con los hermanos Moro y Agulló en la musicalidad del mensaje, creamos una historia en 20” que fuera creíble y entrañablemente, penosa –cruel de mí-
Comentarios
Encontrado tras esta nota dePaumal : @paumal
#0, Valiente! ahí llevas mi menéo.
Pues a mi me parece una manera original y ocurrente de vender un chucho de peluche. No creo que haya motivo para pedir perdón.
#3 Hombre, pide perdón, pero más que eso me parece una explicación del anuncio en las circunstancias que se escribió
Hagan el favor de no confundir con Alberto Vazquez-Figueroa
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