Cuando uno veía jugar a Pablo Alfaro, no hacían falta presentaciones. Ni para el espectador, ni para el delantero que lo padeciese. Central de los clásicos, duro al corte, expeditivo y líder en la retaguardia, el “doctor” Alfaro nunca pasó desapercibido en un terreno de juego. Querido y odiado a partes iguales, el hoy entrenador en paro (temporal) y presidente del Grupo Diocles, aparece más como un ejecutivo que como un ex jugador, pero siempre reflexivo, comedido y actualizado, consciente de la necesidad de dar un giro al deporte rey.
Comentarios
Bravo por MOU
El merito del Mou ha sido anular totalmente al barcelonismo, solo hay que ver que mientras en la ruedas de prensa del Real Madrid se habla del Real Madrid en las del barsa se habla de Mourinho.
Y en el sport y elmundodeportivo hay más paginas y fotos de Mou que de Guardiola.
Más que mérito de Mou yo diría que es demérito de los ¿periodistas? deportivos. Si es que aún existe alguno.
Pues a mi me parece un payaso prepotente y soberbio.
Pablo Alfaro, ese hombre que se pegó con el tramposo de Valdano