La expulsión de la Iglesia del cura acusado de pederastia en Mallorca ha despertado la solidaridad de otros colegas de la isla, que en lugar de compadecerse de las víctimas, apoyan a un párroco que se puede enfrentar a hasta 18 años de cárcel por “gravísimos” delitos sexuales, como los define la propia Iglesia. A Pere Barceló, de 60 años, le acusaron tres mujeres de haber abusado de ellas cuando eran menores. Una de las víctimas relata violaciones durante dos años.
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Irse a Mallorca y encontrarse pederastas
Ni vacaciones puede tener uno tranquilo en Semana Santa
¿Saldrán los parroquianos en manifestación para quejarse al obispo o para seguir las tradiciones?
En Mallorca, brotes verdes no hay, pero curas verdes no faltan.