Hace 11 años | Por OscarNeame a larazon.es
Publicado hace 11 años por OscarNeame a larazon.es

Los vientres de silicona para fingir un embarazo, disponibles en muchas tiendas online de China, se han convertido en un gran negocio en el país asiático, donde muchas mujeres los utilizan para lograr que les cedan el asiento en los transportes públicos, entre otras ventajas. Este producto, disponible por entre 300 y 700 yuanes (entre 40 y 90 euros, aproximadamente), se vende muy bien, promocionado en las páginas web e incluso en los medios como una forma de conseguir esos "privilegios" de los que disfrutan las embarazadas.

Comentarios

ikipol

lol

Yo la llevo de fábrica y nadie me cede el asiento

D

Ataques a la solidaridad, sembrando la duda, y si no la excusa: "no te fíes, que igual no está embarazada de verdad". Me parece asqueroso.

Yomisma123

Me parece fatal, luego no podrán quedarse embarazadas y se acordarán de la "tripita" de broma ( el karma del universo se puede volver contra tí), por no hablar de la falta de respeto a las realmente embarazadas

mciutti

¿Qué va a pasar? Pues que se joderá el cederle el asiento a las embarazadas.

Y hablando de ceder asientos...

Yo soy muy de contar chascarrillos aunque algunos no se los crean y esto me da para uno. [los alérgicos al abuelocebolletismo pueden dejar de leer aquí]

Hace unos años viajaba yo en el metro de Valencia y el tren iba de bote en bote. Como yo había subido en una de las primeras estaciones de la línea viajaba sentado. En eso que subió una chica joven con un par de enormes maletas. La pobre iba apuradísima y sin poder agarrarse: tal y como iba el tren de lleno se veía en la tesitura de elegir entre sujetar sus maleatas para que no volcaran o agarrarse a las barras para ir algo más cómoda; las dos cosas a la vez no podían ser. Al ver lo mal que lo estaba pasando me vevanté para cederle el asiento; siéntate que irás más cómoda, le dije. Pues bien: me miró como al más nauseabundo de los gusanos, masculló algo así como que no necesitaba la ayuda de ningún machista (no recuerdo las palabras textuales) y se quedó de pie muy digna. Como a esas alturas el asiento que yo había dejado libre había sido aprovechado por un jodido cani que estaba al quite, recorrí las tres paradas que me quedaban para bajarme con cara de gilipollas e incómodamente pegado a aquella ingrata. Por supuesto he cedido mi asiento en otras ocasiones; al fin y al cabo me educaron a la antigua usanza, y afortunadamente no ha vuelto a darse ningún episodio parecido.

D

#6 Y no hiciste levantarse al subnormal del cani?.
La tia eso si, gilipollas integral.

mciutti

#7 Pensé que no era buena idea montar el pollo con el tren lleno. Íbamos como piojos en costura. Y la tía, bueno, afortunadamente es una excepción, o tal vez la pillé en un día realmente malo y pagué yo el pollo. En realidad no le guardo rencor. Eso sí, no le volvería a ceder el sitio.

Krisiskekrisis

Tras el vómito de plástico, la industria china halla otro nicho de negocio.

D

#3 Pues vas a flipar como saquen alargadores de silicona para los chinitos, por que vamos, chinitas hay pocas en comparacion.