Ada Colau ha conseguido, al frente de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas, movilizar las conciencias de la mayoría de los ciudadanos ante una de las consecuencias más lacerantes del estallido de la burbuja financiera. Las movilizaciones contra los desahucios masivos protagonizadas por la PAH en toda España, ha sido la respuesta a la crisis que ha gozado, quizás, del mayor unanimidad y simpatía popular. Ada Colau reflexiona sobre la experiencia y las lecciones de esta lucha.
Comentarios
La encuesta más significativa se hizo después de la campaña de escraches -que fue después de conseguir un millón y medio de firmas para promover una Iniciativa Legislativa Popular- y tras sufrir una campaña de criminalización y acoso que hizo el PP utilizando sus medios de comunicación afines. Pues bien, la encuesta arrojaba el dato de que el 70% de votantes del PP apoyaba la campaña de escraches y a la PAH. Después de esa campaña de criminalización -en la que incluso alguno tuvo la desfachatez de compararnos con ETA- tener ese índice de popularidad es bastante significativo de la opinión que tiene la población de los bancos y de la acción ciudadana para enfrentarse a ellos.
mas bien otra forma de hacer politica pero sin politicos sinverguenzas y corruptos que representen al Estado y a sus intereses partidistas.
Otras Marinaledas , Torrelodones son posible sin que ningún hijo de puta nos expolie.
Más Torrelodones sí... si no fuera pq el único concejal del PSOE ha apoyado una moción de censura para arrebatar al pueblo la alcaldía y dársela al PP de nuevo...#2
Ejem... ¿se me permite decir una cosa? La democracia es lo que ha puesto al pp en el gobierno de este país y, con ello, es lo que ha conducido al país a la actual situación económica; así que, por el momento, y hasta que unos cuantos desarrollos intelectuales más lleguen a generalizarse en este país, sugiero que no confiéis demasiado en ella.
No es la democracia lo que debe regir este país; son la inteligencia, la cualificación y la especialización.
#4 Es que lo llaman democracia, pero no lo es.
Votar cada cuatro años, a listas cerradas, tras un lavado ideológico permanente, a escoger entre dos partidos idénticos, sabiendo que ninguno cumplirá el programa electoral y sin democracia interna ni debate, tanto dentro como fuera de los partidos, no es democracia.
La democracia es algo que construiremos. Con paciencia y mucho trabajo. Y algo de mala leche, cuando sea necesario.