La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha querido dejar claro este miércoles que la postura del PP con respecto a Bildu no ha cambiado "en absoluto", pese a que el presidente del PP guipuzcoano, Borja Semper, o el alcalde de Vitoria, Javier Maroto, se hayan postulado a favor de pactos puntuales con la coalición abertzale.
Con el PSOE pasó algo similar. No fueron capaces de aceptar la realidad, no pudieron asimilar los cambios que ha habido en la política vasca y eran incapaces de explicar a su electorado en Madrid que los de Bildu no son terroristas. No se atrevieron, por miedo a la oposición del PP.
Recordemos que por el camino han caído unos cuantos incomprendidos: Jose Luis Úriz, socialista navarro expulsado por defender a Arnaldo Otegi. El propio Eguiguren, quemado por las puñaladas de sus compañeros, todo por defender un final dialogado.
Mientras tanto, al otro lado de la muga (¿en otra realidad paralela?), los socialistas franceses dicen que se apuntan a la manifestación de este sábado en Bilbao por el acercamiento de los presos. ¿Impensable algo así con los socialistas vascos? Seamos positivos: démosles tiempo.
Ahora le toca el turno al PP. Algunos de sus miembros del País Vasco han terminado por asimilar la realidad política. Estamos ante un escenario sin violencia de ETA, Bildu ha venido para quedarse, es segunda fuerza y no pueden seguir actuando como si no existiese. Desde Madrid intentarán mostrar mano dura con estas ovejas negras. La historia que han estado contando a su electorado todo este tiempo no es coherente con lo que defienden ahora Semper y Maroto.
Imaginad cómo andan en el PP que algunas voces internas salieron a criticar a Basagoiti, por no apoyar como es debido a las víctimas. Como ha pasado con el PSOE, es posible que a alguno de estos le pase factura. Veremos como evolucionan, pero al final, no me cabe duda, a fuerza de manifestaciones y presiones, tendrán que ir cambiando de mentalidad y asumir que hay reclamos que son compartidos por la mayoría de los vascos. No podrán ignorarlos eternamente.
Comentarios
Toda la razón para Cospedal, hasta que Bildu no condene la violencia..a la pata coja y con una mano en la nariz no se les debería ni hablar.
Y anda que Borja Sémper no lo ha dicho "bien clarito"
Borja Sémper: “El futuro en Euskadi se tiene que construir también con Bildu”
Borja Sémper: “El futuro en Euskadi se tiene que c...
jotdown.esCon el PSOE pasó algo similar. No fueron capaces de aceptar la realidad, no pudieron asimilar los cambios que ha habido en la política vasca y eran incapaces de explicar a su electorado en Madrid que los de Bildu no son terroristas. No se atrevieron, por miedo a la oposición del PP.
Recordemos que por el camino han caído unos cuantos incomprendidos: Jose Luis Úriz, socialista navarro expulsado por defender a Arnaldo Otegi. El propio Eguiguren, quemado por las puñaladas de sus compañeros, todo por defender un final dialogado.
Mientras tanto, al otro lado de la muga (¿en otra realidad paralela?), los socialistas franceses dicen que se apuntan a la manifestación de este sábado en Bilbao por el acercamiento de los presos. ¿Impensable algo así con los socialistas vascos? Seamos positivos: démosles tiempo.
Ahora le toca el turno al PP. Algunos de sus miembros del País Vasco han terminado por asimilar la realidad política. Estamos ante un escenario sin violencia de ETA, Bildu ha venido para quedarse, es segunda fuerza y no pueden seguir actuando como si no existiese. Desde Madrid intentarán mostrar mano dura con estas ovejas negras. La historia que han estado contando a su electorado todo este tiempo no es coherente con lo que defienden ahora Semper y Maroto.
Imaginad cómo andan en el PP que algunas voces internas salieron a criticar a Basagoiti, por no apoyar como es debido a las víctimas. Como ha pasado con el PSOE, es posible que a alguno de estos le pase factura. Veremos como evolucionan, pero al final, no me cabe duda, a fuerza de manifestaciones y presiones, tendrán que ir cambiando de mentalidad y asumir que hay reclamos que son compartidos por la mayoría de los vascos. No podrán ignorarlos eternamente.