En estos tiempos de viralidad, un desacuerdo puede abrir debates enconados, con más o menos dosis de saña o aligerados por la ironía. Dos de los invitados al VIII Foro de la Cultura algo saben de eso a raíz de una diferencia de pareceres sobre la censura de la pasada edición. Lo cierto es que el miedo a la censura y a la cancelación forma parte de los desvelos de quienes están expuestos al juicio público en su día a día. Soto Ivars y Joaquín Reyes han aceptado el reto de un mano a mano que promete dos visiones muy diferentes, o quizá no tanto.
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