Hace 11 años | Por Feindesland a patadaenelculo.com
Publicado hace 11 años por Feindesland a patadaenelculo.com

Cuando un país está corrompido hasta la médula misma de sus ciudadanos, se producen paradojas como la que vamos a tener ocasión de analizar en las próximas semanas, con un presidente del Gobierno que, racionalmente, no puede seguir en su puesto ni tampoco puede, racionalmente, presentar su dimisión.

Comentarios

D

Me la trae al pairo, que se haga el harakiri...

D

Si, encima la culpa será de los ciudadanos. Los únicos culpables es la clase política, si lo de Bárcenas fuera un caso aislado de alguien que le ha venido en gana inventarse unos papeles la mayoría creería en su honorabilidad, pero entre lo podrida que está la clase política con casos de sobra conocidos que no son "presuntos", y que Rajoy y su gobierno ha mentido en no pocas cosas, no subir impuestos, no hacer recortes en sanidad o educación, Bárcenas no trabaja desde hace años en el PP pero tiene su despacho y cobra finiquitos en diferido, ... esperar que nos creamos sus palabras porqué sí no entra dentro de la realidad. Si a eso añades esconderse detrás de un plasma, o, llegando al extremo, no hacer declaraciones, se lo han ganado a pulso.

En la inocencia no entro, eso ya lo decidirá un juez, pero la confianza te la tienes que ganar, y ni Rajoy personalmente, ni la clase política en general ha demostrador merecérsela, que no vengan ahora pidiendo comprensión, porque aunque los ciudadanos nos equivoquemos y lleven razón lo triste es que lo más lógico en estos momentos es pensar que es verdad.

c

#3 Totalmente de acuerdo con tu comentario.

Me encanta la cita de Georg Christoph Lichtenberg que dice: "Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen, pierden el respeto." Y aquí hay muchos que mandan que hace tiempo que dejaron de ser respetables.

D

Ya tal - ya cual

D

Menuda gilipollez. Todos los acontecimientos de los últimos meses son motivos más que suficientes para dimitir, además de que ya ha sido sobradamente demostrado que como mínimo el tesorero del partido es un ladrón, y nadie ha hecho nada por impedirlo. Cuando se demuestre, por si alguien aún duda, que los demás también lo son, será también motivo suficiente para que los demás también lo hagan, aunque ya sepamos que eso no sucederá.