#1 Tranquilo, que tiempo tendrán… igual que tuvo Sánchez para posar en Egipto hablando de paz con una mano mientras con la otra firmaba contratos de armas y subvenciones para sus “amigos del desierto”. Lo suyo no es diplomacia, es turismo de hipocresía institucional.
Tendrá el mismo tirón esta noticia que cuando un desconocido vandaliza un grafiti feminista?
Me miraban raro, pero mira quién tenía razón al final.
"Esto sitúa al chicle en la misma categoría de otras fuentes de exposición invisible: agua embotellada, mariscos o incluso el aire que respiramos."
Pues nada, habrá que dejar de respirar también.