Algo huele a podrido en la Comic Con de Málaga: lo que se presenta como la “hermana española” de la mítica cita de San Diego esconde, según voces del sector, un entramado de opacidad, contratos poco claros y beneficios dirigidos a empresas cercanas al PP, financiados en gran parte con dinero público. Mientras se vende al gran público como un escaparate cultural y turístico de proyección internacional, muchos creadores locales denuncian haber quedado relegados en un evento que parece más un instrumento de marketing político que una verdadera apu