#5 Como dice #17, todos plazos y prisas son exagerados y la mayoría de las veces (añado) si hay prisas es por incompetencia en la gestión de la empresa. Y como dice el compañero, no se acaba el mundo si al final se alargan.
Por lo general, esas urgencias son un método para explotar al trabajador. Otras veces son los comerciales que dan plazos imposibles. No he tenido peloteras ni nada con esto muchas veces: los comerciales prometiendo lo imposible con tal de vender y luego que nos tengamos que comer el marrón los técnicos.
Y por último, si el trabajo tiene que salir y no sale a tiempo con los trabajadores que hay, pues igual es que HAY QUE CONTRATAR MÁS TRABAJADORES, no hacer trabajar tropecientas horas a una plantilla insuficiente.
#5 Pues a mí 20 años de profesión me han enseñado que la inmensa mayoría de plazos estrictos e inamovibles al final se mueven, que son todo teatro, y que siempre hay prisas por un mal entedimiento de lo que es una estimación, hasta el punto de prometer plazos sencillamente imposibles.
Es cierto que hay muchas profesiones y que la casuística es infinita, así que yo conozco el pequeño submundo que conozco y punto. Pero la verdad es que se vive con mucha prisa para todo. Si donde antes me tardaban 10 días en venir a poner una persiana, ahora tardan 12, no se me acaba el mundo.