Demasiada gente, demasiados visitantes que no aportan nada, simplemente pasan por ahí y se marchan, después de haberse sacado un selfie solamente por el gusto de hacer ver a los seguidores que ellos han estado allí, entre pastos y montes, en la naturaleza más pura(..) El mayor problema, como siempre, es el turismo a lo ‘aquí te pillo, aquí te mato’, paradas rápidas de los visitantes, el puro hedonismo del selfie cueste lo que cueste, sin interesarse por la conservación del medio ambiente