María José conoce perfectamente las dos caras de la misma moneda. 2014 y 2015 fueron para ella años durísimos, con su marido César víctima de un sarcoma fulminante y su padre José enfermo de cáncer. Al primero le comunicaron por teléfono que tenía un tumor extremadamente raro y que le quedaban pocos meses de vida. El segundo tuvo la oportunidad de fallecer en casa, como quería. Lo hizo sin dolor y con el apoyo médico y psicológico de un equipo de cuidados paliativos, aunque no porque su médico le ofreciera el servicio.
Comentarios
Se debería matizar que los cuidados paliativos, incluída la sedación, no aceleran ni retrasan la muerte, su objetivo es conservar la calidad de vida hasta el final lo que suele implicar la aplicación de medidas terapéuticas proporcionadas.
En cualquier caso, reconocer legalmente el derecho a tener una muerte digna, es una buena y necesaria ley.
#1 El problema está en que la iglesia católica está por encima de la "democracia" en los países de la pandereta.
#1 Entre otras cosas porque la muerte en sí no da miedo, pues cuando ella viene uno ya se ha ido, sino que lo que da miedo es cuando se avecina y te consume el dolor insoportable y impotente ante lo inevitable.
Es precisa una ley que defienda una muerte digna pero seguro que los religiosos profesionales, como siempre, joderán todo intento hacia eso.
#3 Es imprescindible.
#1 #3 completamente de acuerdo con vuestra opinion
#1 Cuando estás terminal y depende de días el desenlace que más dá que el cuidado paliativo acelere el proceso si es consentido por el paciente. Por desgracia viví la muerte de mi padre en el 12 de octubre donde no se aplicaron los rescates de la sedación con contundencia por MIEDO y fue lo más horrible que he tenido que vivir, aún hoy tengo pesadillas, no se lo deseo ni a esos hijos de puta Peperos-católicos que iniciaron esa caza de brujas que estos resultados ha tenido.
#1 Hombre, no he mirado la definición exacta, pero yo no consideraría calidad de vida estar medio insconsciente todo el día, más bien calidad de agonía.
Una de mis tías murió hace unos meses de un cancer, contra el que luchó durante 8 años sin desfallecer y con un humor inmejorable, teniendo en cuenta su situación. Incluso siguió luchando cuando el médico le dijo que si quería no le volvía a dar quimio, porque creía que ya no merecía la pena.
Pero cuando le dijeron, en su última revisión, que la metástasis era tremenda y le preguntaron que quería, ella indicó que lo único que quería ya era descansar, la sedaron y la acompañamos en sus últimos momentos.
Ella decidió en todo momento que hacer, considero que en eso consiste una muerte digna, en que podamos decidir hasta dónde queremos aguantar, que nos lo permitan y nos ayuden a no sufrir en vano.
Médicos opusinos, solo espero que vuestro partido favorito privatice la sanidad y tengáis que hacer guardas 24/7 por 600€.