Un popular rapero y un restaurador se han unido para sustituir a Starbucks en Moscú por una operación casi idéntica llamada Stars Coffee. El logotipo podría ser el gemelo separado al nacer de la sirena de Starbucks, con pelo suelto, una pequeña y enigmática sonrisa y una estrella sobre su cabeza, aunque en lugar de una corona de Starbucks lleva un tocado ruso llamado kokoshnik. El menú, a juzgar por la aplicación de la empresa presentada un día antes de la apertura formal de la tienda el viernes, resultaría familiar a cualquier cliente de Sta
#2 Es que una vez hecha la inversión inicial las multinacionales no aportan nada, solo se llevan las ganancias fuera.
Dejan el Know How, empleados, utilizan los mismos productos nacionales... pueden seguir funcionando igualmente con otro nombre con el mismo producto y los beneficios se quedan en el país.
Afectará a futuras inversiones, que son imposibles por las sanciones. Pero a las que ya estaban en el país es un beneficio que se vayan.
La democracia y la libertad permite al ciudadano innovar. Las dictaduras copian la innovación y lo venden más barato. Con el telón de acero los ciudadanos menos libres querían vivir como los ciudadanos libres y no al revés.
Comentarios
A algunos rusos les van genial las sanciones
#2 Es que una vez hecha la inversión inicial las multinacionales no aportan nada, solo se llevan las ganancias fuera.
Dejan el Know How, empleados, utilizan los mismos productos nacionales... pueden seguir funcionando igualmente con otro nombre con el mismo producto y los beneficios se quedan en el país.
Afectará a futuras inversiones, que son imposibles por las sanciones. Pero a las que ya estaban en el país es un beneficio que se vayan.
#2 No se por que no ponemos nosotros a un camarero, un rapero y un restaurador a solucionar lo del gas ruso
La democracia y la libertad permite al ciudadano innovar. Las dictaduras copian la innovación y lo venden más barato. Con el telón de acero los ciudadanos menos libres querían vivir como los ciudadanos libres y no al revés.
- Mamá, quiero un Starbucks.
- Tenemos Starbucks en casa.
- El Starbucks de casa:
Menuda trola. Es tan fácil de contradecir que hasta da vergüenza hacerlo.
Es igual, no se pierde nada. Es el peor café que he probado en mi vida, después de uno de una máquina en la torre de Londres