El 44% de los exconsejeros y exdirectivos de Caja Madrid que se sientan en el banquillo no tienen cargos en ninguna empresa y carecen de ocupación conocida. Son mayoría los que continúan en activo, la mayor parte como administradores de empresas; entre ellas, varias grandes compañías españolas. Hay seis que cobran de organismos públicos porque son funcionarios y han pedido el reingreso.
Una muestra más (las hay innumerables) de lo falsa que es la premisa sobre la necesidad de sueldos altos en determinadas instituciones para evitar que los mejores se vayan a la empresa privada y nos quedemos con inútiles al frente de la pública. Caja Madrid estaba lleno de vagos bien remunerados, que no serían capaces de desenvolverse en la empresa privada, salvo contadas excepciones, vía enchufismo.
El caso de Pablo Abejas (sale el 17 en la lista; un pepero de pro, con varios cargos públicos, que se pulió 247.000 € de su tarjeta) es cachondo. Tiene una cuenta en twitter donde se dedica, muy de vez en cuando porque la usa poco, a dar lecciones a todos, incluido su propio partido. A veces pide audacia al PP: audacia para cambiar la ley electoral reforzando mayorías, audacia para hacer frente al independentismo por la vía dura. Eso sí, la audacia para los demás, porque él no tiene la audacia ni de dar la cara y tuitear con su verdadero nombre: desde que salió el asunto este de las black, cambió los datos de la cuenta, y ahora tuitea escondido bajo el nombre de Pablo Béjar.
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Una muestra más (las hay innumerables) de lo falsa que es la premisa sobre la necesidad de sueldos altos en determinadas instituciones para evitar que los mejores se vayan a la empresa privada y nos quedemos con inútiles al frente de la pública. Caja Madrid estaba lleno de vagos bien remunerados, que no serían capaces de desenvolverse en la empresa privada, salvo contadas excepciones, vía enchufismo.
¿Es que antes trabajaban?
El caso de Pablo Abejas (sale el 17 en la lista; un pepero de pro, con varios cargos públicos, que se pulió 247.000 € de su tarjeta) es cachondo. Tiene una cuenta en twitter donde se dedica, muy de vez en cuando porque la usa poco, a dar lecciones a todos, incluido su propio partido. A veces pide audacia al PP: audacia para cambiar la ley electoral reforzando mayorías, audacia para hacer frente al independentismo por la vía dura. Eso sí, la audacia para los demás, porque él no tiene la audacia ni de dar la cara y tuitear con su verdadero nombre: desde que salió el asunto este de las black, cambió los datos de la cuenta, y ahora tuitea escondido bajo el nombre de Pablo Béjar.
¿Trabajan?