Cuando un problema de salud apartó a Hilario García de su profesión, la asesoría de empresas, no podía imaginar que sería el artífice del vino más caro del mundo: una botella de 340.000 euros, aún sin dueño, y cuyo valor no deja de aumentar debido a las elevadas ofertas que hay encima de la mesa por hacerse con ella. Pero si hay un culpable de esta creación es el ozono. García comenzó, a raíz de su enfermedad, a investigar y a considerar en qué ámbitos se podía aplicar. Tras varios ensayos se arrancó a probar primero con animales...
Comentarios
Apuesto a que un Alion le da mil vueltas.
Un artículo sobre un vino que no menciona ni sus características o ni siquiera el tipo de uva. Sólo el precio y lo puto exclusivo que es. Marketing y negocios
#2 Tempranillo, fijo.
Es un vino para regalar en el palco del Bernabeu, no creo que nadie sea tan estúpido de comprarlo si no es para "modular voluntades".
Sólo el necio confunde valor y precio
Cuenca es única, y su vino también.
#1 Se habla siempre de Ribera del Duero y Rioja, pero los vinos de allí merecen mucho la pena. Por no hablar de cualquier pueblo de su provincia.
He visto que lo elaboran en Las Pedroñeras, espero que no sepa a ajo.
Soy el terror de los enólogos
#7 y yo soy tu competencia
#9 Bueno, tampoco es de hacer ascos un tintito de verano.
¿Que una botella de vino vale 340.000 euros? ¿Y os lo creéis?
#8
el precio que cuesta una cosa es lo que alguien está dispuesto a pagar por ella.
Fíjate por ejemplo en las obras de arte.
#10 Que lo cueste, de acuerdo. Que lo valga, no.
#11
Pues claro que no vale. No creo que a partir de los 50-100 € para arriba compense comprar.
#10 ... como las obras de Van Gogh que se moria de hambre porque no vendió nunca nada que no fuese por lastima ...
Pura especulación