Vayamos primero con los bebés, que empezarían a succionar el pecho tras percibir el olor que emiten las areolas de su madre —o, en tiempos, de una nodriza—, lo que llevaría a Bill Hansson a establecer que ese aroma desarrolla en los pequeños un mecanismo de supervivencia, o sea, el reflejo de succionar. Cuestión de feromonas, esas sustancias químicas que, en este caso, conducen a la alimentación y, en otros, al ayuntamiento, cuya función, según el credo o la ideología, podría desembocar en la procreación.
Comentarios
Bien hasta que ocurre algo en el pañal.
#2 Total, yo tengo un recién nacido en casa y mientras su cabecita huele a ambrosía, su pañal, en el mejor de los casos, huele a pañal (celulosa)… y si el pañal está mínimamente mojado el olor no es muy agradable
#2 Mientras son lactantes hasta el pañal no huele muy mal..
¿Soy el único que desconocía que se puede usar ayuntamiento cuando quieres decir coito?
#4 ya somos dos. Eso explicaría muchas cosas de lo que pasa en los ayuntamientos
Pues a mi nunca me ha gustado el olor de los bebés, ni siquiera recién bañados. Igual por eso nunca se me ha despertado el instinto maternal
#4 Si lo traduces como "ajuntamiento", ya que yuntar es juntar en español (castellano) antiguo, pero ahora en desuso, te das cuenta.
Saludos.
Aplicable también a otras especies
¿Bien?
"¿Sería posible producir de manera sintética ese olor a recién nacido y rociarlo en los estadios de fútbol para calmar a los hinchas violentos?".
#1 Sanchez Dragó aprueba esta noticia.
Huelen bien por designio de Dios.
Para agradar años curas.
Huelen bien y gritan mejor