Publicado hace 2 años por Esteban_Rosador a elperiodicodearagon.com

Pese a la entusiasta labor de no pocos revisionistas por blanquearlo, e incluso justificarlo, el franquismo fue un régimen criminal que asesinó, reprimió, persiguió, oprimió y privó de libertad y de derechos a millones de españoles.

Comentarios

Esteban_Rosador

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Un país que ha permitido que durante estos años sigan los cadáveres de los asesinados enterrados en el olvido no es una nación decente. Aquella guerra que empezó hace ya más de 85 años no pasará su última página hasta que los asesinados no descansen en paz.

J

Esa guerra nunca acabó. Todo el mundo piensa que cuando acaba una guerra llega la paz, pero con el franquismo (o nacional catolicismo), no vino la paz, llegó la victoria, y fue cuando el ansia eliminar a los vencidos aumentó.  Fue una postguerra que duró muchísimo, en la que el régimen se dio al odio y la venganza contra los vencidos y cualquier sospechoso de no ser partidario del régimen. Y por lo que algunos dicen y piensan no ha acabado.Incluso hubo purgas dentro del régimen, asesinatos que se camuflaron como accidentes.Por ejemplo, se calcula que más de cuatro mil oficiales del ejército murieron en extraños accidentes, muchos al salirse de una carretera por la que circulaban solos. A veces se veía bien claro algún disparo en las ruedas. Y con el silencio debido acababan las investigaciones sin resultados.Cientos de miles de personas represaliadas y muchas más que sufrieron el hambre extremo provocado parpagar las deudas al ejercito nazi, y en menor meduda a Italia.

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Hoy precisamente he puesto en otra noticia este comentario sobre una institución franquista bastante olvidada pero que existió hasta 1985.
El Patronato de Protección a la Mujer, una institución que se encargaban de controlar la moral de la población femenina. (Pruebas de virginidad incluidas)

El Patronato, la cárcel de la moral franquista para adolescentes: "Era como la Gestapo"
https://www.elconfidencial.com/espana/2018-07-08/patronato-proteccion-mujer-franquismo-gestapo_1586930/

"A mí me gustaba salir y una noche, cuando volvía de fiesta, mi hermano que era de Acción Católica se presentó con mi cuñado y me llevaron a un piso custodiado por monjas. Mis padres renunciaron a mi tutela, y empezó mi infierno".

Rebeldes, prostitutas, lesbianas, campesinas, violadas, embarazadas… Cualquier chica que se alejase de los cánones del único modelo de mujer que contemplaba el franquismo era susceptible de ser encerrada. Ni siquiera hacía falta que hubiese cometido todavía pecado, incluía a todas las "caídas o en riesgo de caer". “Eran cárceles legalizadas, a las que no hacía falta ningún juicio para condenar
(Nota mia: lo de las campesinas entiendo que eran las inmigrantes interiores que acababan de llegar del pueblo a "la capital")

Al Patronato de Protección a la Mujer se llegaba de muchas maneras. Redadas policiales, entregadas por la propia familia o denunciadas por un vecino afín a la ideología fascista. Pero sobre todo, jugaban un papel fundamental las celadoras, funcionarias de entre 28 y 45 años de "moral intachable y espíritu apostólico", cuya tarea era visitar las zonas "calientes del pecado", como podían ser los cines, bailes, bares o piscinas. "Cuando veían a una menor en actitud que consideraban que no era adecuada para la moral de la época, llamaban a la Policía",
También había asociaciones de voluntarios que hacían este espionaje de manera altruista como la Liga Española contra la Pública Inmoralidad de Barcelona

"Una mujer caída podía ser cualquiera. Besarse en un cine, bailar agarrado, fumar a escondidas, llevar la falda más o menos corta […] ser víctima de una violación, de un incesto, ser homosexual […] negarse a rezar […] ser pobre",

una vez me interpuse y dije que yo limpiaba todo, pero que no castigaran a una niña de 4 añitos. La monja me dio un guantazo y se lo devolví. Por eso me tuvieron un mes encerrada". En otra ocasión estuvo tres meses sin salir de una celda de aislamiento por pelearse con otra interna.

El funcionamiento de los centros se basaba en tres máximas: fregar, rezar y coser. La mayor parte de la jornada se pasaba en los talleres, donde las internas confeccionaban ajuares para las familias ricas o para marcas como El Corte Inglés. También montaban envases para firmas como rímel Pinaud o el refresco Tang. La explotación laboral era generalizada, por la que no recibían ninguna compensación económica, y gracias a la cual estas órdenes estuvieron lucrándose durante años. Cada centro recibía además 2.000 pesetas por interna y día en la época de los 70 —unos 190 euros con la inflación actual—.

Era habitual que las pusiesen en contacto por carta con hombres solteros de países como Australia, o las exhibiesen y vendiesen al mejor postor, como se hacía en el centro de Peña Grande para embarazadas.

Veelicus

Hay una serie en Netflix que deja bien a las claras quien fue Franco, evidentemente de esto no se hace publicidad en ningun lado y la serie no se ha traducido al español, sera que no es un tema de interes...

Supercinexin

#2 pero di la serie, joer...

Veelicus

#3 El titulo es muy ilustrativo: La dura verdad sobre la dictadura de FRANCO

D

que coñazo lo de Franco. Se ve que vienen elecciones….