Según las leyendas, la farsa de Juana obligó a la Iglesia a comprobar la virilidad de los papas electos a través de un cargo eclesiástico, «el Palapati», encargado de revisar manualmente los atributos sexuales de cada nuevo pontífice a través de la Sedia Stercoraria
Comentarios
¿Humillar al Vaticano? No hace falta mucho, ni inventarse nada para desacreditar los métodos de ninguna secta.
Para humillar al Vaticano basta con leer su historia y la de sus papas....
el tipico tocapelotas de toda la vida ¡vamos!
El abc y la secta de los sobarosarios. Festival del humor.