En el estudio que analiza cómo la MDMA podría tratar el trastorno por estrés postraumático, el medicamento se administró junto con la terapia de conversación. Los pacientes se acostaron en el consultorio de un terapeuta y escucharon música suave con auriculares y gafas. Tenían la opción de hablar sobre lo que estaban experimentando, y recibieron asesoramiento antes y después para integrar lo que les sucedió mientras tomaban el medicamento en su vida cotidiana. El 83% mostró una mejora significativa en sus síntomas de TEPT.
Comentarios
Teniendo en cuenta lo que se gasta en antidepresivos y ansiolíticos una persona con este tipo de trastorno no hay que ser muy listo para ver porque hay intereses encontrados para legalizar una molécula sobre la que ya no hay patente y que haría el trabajo en mucho menos tiempo de lo que se hace ahora mismo. Sospecho que seguramente habrá más moléculas que se podrían utilizar en algunos trastornos psiquiátricos, hablaban del LSD para las migrañas en racimo y para algunos tipos de adicciones como el alcohol y opiaceos, pero para que vas a investigar esto si se pueden ganar miles de millones con medicamentos que cronifican una enfermedad y en muchos casos simplemente no sirven para nada.
#3 así es. Y sin neurotoxicidad y menos adictiva y con menos efectos secundarios que cualquier benzodiacepina.
#5 No lo dudes, las benzodiacepinas son el maná para cualquier laboratorio, es tan fácil engancharse a ellas como un mes de tratamiento por un trastorno de ansiedad pasajero y date por jodido, además de tolerancia rapidísima y los efectos secundarios a la hora de dejarlas.
Es leer MDMA y acordarme
Chiquitan, chiquititantantan.
Si, yo viví la ruta del bacalao, ufff, y sobreviví
Y la movida madrileña también.
Gracias a Alexander Shulgin.
#1 por lo que he leído, antes de este señor, la droga MDMA empezó usándose en sesiones de psicoterapia por su gran efectividad para dejar que las personas conectaran con el origen de sus traumas y los superaran.
#2 También lo hacen la ayahuasca, los hongos psilocíbicos, la iboga e incluso el LSD.